Jorge Eines, maestro de actores
Argentino de Buenos Aires. Llegó
a España en 1976 y enseguida se abrió un
huecos, amplio y brillante, en el panorama del teatro español. Catedrático de
Interpretación en la Resad y director
de grandes espectáculos por todo el mapa de España. Y teórico del hecho
teatral en profundidad con libros
como El
actor pide, por ejemplo. Va de Borges
a Chejov con absoluta naturalidad.
La docencia es una pasión que le lleva a
crear su propia escuela, Ensayo 100. Maestro de actores. Ese es quizá el título
que más ama, el más preciado de su
biografía. Ahora presenta en el Infanta Isabel Peer Gynt, la gran epopeya de Henrik
Ibsen, sobre un aldeano aventurero y astuto, los domingos a las 13,00 horas, la hora
del vermut al que invitan a la gente. Un espectáculo ambicioso con un elenco de
diez actores.
Kamikaze. Las
funciones que vienen
La
función por hacer fue, en cierta medida, la consagración de Miguel del Arco y de Israel Elejalde, técnica y emocionalmente
pirandellianos. Volverán en Kamikaze con
Las funciones por hacer, en plural. Cita para no perdérsela. El proyecto
del teatro Pavónkamikaze se consolida.
Smoking Room.
Secun
de la Rosa, Mikil Esparbé, Manuel Morón, Pepe Ocio, Manolo Solo, Edu Soto;
cinco estupendos actores para Smoking
Room. Fue película de éxito por todo el mundo y ahora es función de éxito
en Teatro Pavón Kamikaze. Arranca risas y carcajadas, pero no se fíen ustedes.
Puede que tiemblen después de haber reído. Retrato de las miserias humanos, de
la deslealtad y también de la tozudez de un líder sin seguidores que acaba brutalmente
apaleado por un amigo. La cosa no acaba ahí, pero naturalmente no voy a
contarlo. La trama es sencilla: corrupción y engaño; y la moraleja también. Si usted cae en la aventura de pedir
un salón exclusivo para fumar en su empresa, no lo haga; es preferible que
salga a la calle o suba a la azotea, aun a riesgo de morirse de frio, y deje de reivindicar el derecho al confort de los compañeros. Una pulmonía es menos grave
que el desprecio de amigos desleales y oportunistas.
Interrumpo mi serie de retratos a
Punta Seca de actrices, actores para hacer el retrato de una sala de teatro. Sé
que un retrato de Aitana Marta Poveda,
Nuria Gallardo, Pepa Pedroche, Miguel del Arco, Israel Elejalde, Fernanda Orazi,
Carmen Machi y otras excelencias, es más atractivo que el de una sala. Las
salas de los teatros las habitan fantasmas de actores, actrices y autores además de seres vivos. Y una parte de nuestros sueños. Hace
años cuando Antonio Guirao con la ayuda siempre eficaz de un jovencísimo Luis
Torres, regía los destinos del entonces Centro Cultural de la Villa, la sala
pequeña del Centro se llamaba Sala 2. Guirao tenía muchos nombres, pero prevaleció la idea de neutralidad para no
crear agravios comparativos. La sala 2, hoy sala Jardiel Poncela, está ligada a mis actividades culturales en la
Metrópolis; conferencias, mesas redondas, rectales poéticos; y coloquios
taurinos durante los Sanisidros, que eran los que más éxito tenían. La sala 2 tenía aspecto de salón de actos de un
colegio, un escenario alto y reducido al que se accedía por un escalera lateral.Un mediodía almorzábamos Guirao y
yo en el Café Gijón. Guirao quería organizar un acto en el que intervinieran Claudio Rodríguez y el doctor Barros, celebérrimo seductor y hábil mediador
en la abrupta querella que mantenían Alberti
y Bergamín por causa del Borbón y
una fiesta en Roma. Antonio requería mi apoyo para tan magno acontecimiento y
barajaba la posibilidad de Rafael Alberti y Bergamín en el mismo. La Sala 2 hoy se llama Sala Jardiel Poncela y
es un lugar sagrado al que pretenden acceder grupos significados del circuito
rompedor y alternativo. Como la Princesa del María Guerrero o la Margarita Xirgu del Español, por
ejemplo. O el Ambigú de Pavón Kamikaze, el lugar más sagrado de todos.
SENSIBLE.Complicidad y destrucción
Una vez más la sintonía de José Luis Rubio como director y Kiti Manver como intérprete, funciona. Sensible. Impulso trágico de Manver y rigor de Juan Carlos Rubio. Mano férrea casi inadvertida. Teatros del canal a sala casi llena. Y una interpretación formidable.
Nada ni nadie es capaz de convencer a Constance de que el infierno de los celos es irracional;
y tampoco hay nada que pueda demostrarle lo contrario. Tragedia pura. El amor
destruye sin piedad. La verdad será una verdad póstuma. El texto,
quizá excesivo y poco verosímil ¿Hay sensibilidad en el amor o es un
sentimiento que de tan puro, no admite matices ? El peso de la palabra apenas lo alivian las acrobacias de
Chevi Muraday espectacular. Sobre la gimnasia rítmica de sus piruetas, descansa
buena parte de la fuerza y el desgarro de esta obra, cruenta,
feroz cruel. Y una amistad, ofendida y cruel; el fervor nunca
recompensado de un amigo enamorado, Clemence.
SENSIBLE.Complicidad y destrucción
Una vez más la sintonía de José Luis Rubio como director y Kiti Manver como intérprete, funciona. Sensible. Impulso trágico de Manver y rigor de Juan Carlos Rubio. Mano férrea casi inadvertida. Teatros del canal a sala casi llena. Y una interpretación formidable.
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