martes, 28 de febrero de 2017

SIGLOS EN QUE UNO NO ESTÁ PARA NADA


 

La escultura de Esperanza D,Ors.

Pienso la exposición de Esperanza D,Ors, Contenedores humanos. Más que verla necesito pensarla, aunque yo la percibo como  suceso  intenso y sensorial. Pienso este blog como un ejercicio diario de confusión; solo de la confusión puede nacer la claridad. Confusión y confesión. Vi el otro dia, en un rápido  ojeo en Modus Operandi, los grabados de Esperanza D,Ors, Contenedores humanos: el ser humano cosificado, convertido en mercancía. Me inquieta la dimensión social, filosófica, humana,  de estos grabados. Y sus planchas. Nos tiene  D,Ors acostumbrados  a la escultura pública de gran formato para plazas, calles, vestíbulos de teatros.  Tengo que volver a verla, tengo que hacer más corto  este blog, que obedezca a su nombre de diario, tengo que empezar el dialogo  entre Maria Casares y Camus: Exilio y Resistencia. . Tengo que estar seguro de no contribuir a la autodestrucción de algún amigo/a aunque me cueste su amistad. Tengo que estar seguro de mi capacidad de amar. Tengo que hacer muchas cosas que no haré.

 Hay siglos en los que uno no está para nada.

A hacer puñetas  esos siglos. Reñido he estado siempre con las máquinas, la tecnología, la informática; pues a la mierda las máquinas; a fin de cuentas el corazón es una máquina. Y el corazón demuestra, dia a dia, que las máquinas tampoco son de fiar. No es que yo no me fie de ellas, son ellas las que no se fían de mí. Creí que el puto tuitter era  mecanismo de comunicación y solo me da quebraderos de cabeza; pues a la mierda el tuiter. En las dos últimas semanas me ha vuelto loco, sin saber por dónde entrar ni por dónde salir; marejada tras marejada hasta el extremo de llamar a un técnico: “cuando no puedes entrar por un camino búscate otro alternativo”.  ¡!Estupendo!!,  “búscate otro alternativo”.

 Mi tuiter desde hace unos días funciona a pedal; nada de aquel fabuloso automatismo, una  letra, una sílaba y ¡zas! ya estaba allí la persona o la razón buscada. Ahora, he de buscarla por un camino alternativo que a lo peor no existe. Ese es el tuitter para mí en estos momentos: un anclaje, un garabato oxidado, un laberinto; tampoco es que me importe demasiado. Perderé de vista a algunas personas indeseables. A las que deseo y quiero las llamo por teléfono.

Los fakes.

 Para colmo, Pilar Fabregat, veneciana  de Arde el  mar, Oda a Venecia frente al mar de los teatros, transeúnte  por Triana y residente en Castellón, me abruma “cuidado con los fakes, cuidado con los fakes, que hay muchos fakes sueltos por ahí”.  A la mierda los fakes. Sugiere  que nos vayamos de excursión filantrópica, cultural torera, pero pone como condición que vaya también Ana; Ana y Yolanda  acaban de volver de Praga, Budapest y Viena… Y ya conocen Venecia…..Y les queda por ver todo el teatro de Madrid, que es mucho.

 Estoy tentado de proponerle a Pilar que invitemos a Pere Gimferrer, ojo Pilar esto es solo una ficción;  que me hiciera un prólogo maravilloso a Los toros furtivos, en el que me comparaba con Swiff no quiere decir que tengamos que ir de  viaje juntos.

Me doy cuenta de que he atribuido a Pablo Messiez,  todo el mérito de  “He nacido para verte sonreir”, restándole a Santiago Loza, autor, parte del suyo. Habrá crítica y autocrítica.

Más Marylin. Se cuela Audrey Hepburn

 No fue trivial mi proclama marylinesca la noche del  Mihura. Isabelle Stofell, que estrena el viernes Fasten, Magüi Mira, me dice: “siempre con Marylin, debe ser un espejo”. Entre Marylin y  Liz Taylor se ha colado  Audrey Hepburn, una sílfide, mi modelo de mujer de la que mis amigas siempre tuvieron celos; la pasión por Marylin era, es,  otra cosa; más orgánica, más trágica y, a la vez, más divertida. Audrey se empeña en ir a desayunar en Tyfanis. Es inútil; solo comparto desayuno con una mujer, como consecuencia natural y lógica de una cena. Presiento que las relaciones Audrey-Marylin van a ser poco amistosas. No sé.

Y sé que Marylin, tramposa y adorable,  me entenderá. Sabe que estoy pasando momentos de hipersensible esquizofrénico, atormentado sin ninguna causa que yo pueda descifrar. Su vida no es ajena a estos vaivenes del espíritu. Hasta piensa que Truman le es desleal. E infiel. ¿Por qué el mundo tiene que ser tan jodido?.

Una luz en el túnel.

 Me gustaría  una biografía dúplice: Liz Taylor/Marylin : ¡Esos ojos! Pero entonces ¿qué hago con la sílfide, Audrey Hepburn?. Por otra parte me he acostumbrado a trabajar con personajes y no con  personas: Sherezade, la Alfarera prodigiosa. Por qué me meto en tantos lios? Si por lo menos alguien supiera engrasarme el puto tuitter……

 

sábado, 25 de febrero de 2017

NUEVA CELESTINA JOSE LUIS GÓMEZ


 

 

Es razonablemente  nueva esta puesta en escena respecto a la que vimos hace unos meses en la Comedia. Ha desaparecido el aparataje que entonces dificultaba el movimiento escénico, José Luis Gómez ha controlado más la gestualidad de la puta vieja maestra en estrategias del arte de amar. La rudeza de Calixto no ha desaparecido del todo, pero sí lo ha hecho la zafiedad del primer encuentro con Melibea  que era una verdadera violación. Con sorpresa de Manuela Paso y su acompañante, situadas a mi lado, abandoné el teatro cuando las gasas, simulando el vuelo suicida de la virgen,  flotaban en el escenario. Había visto lo que tenía   que ver y el discurso de Pleberio,  Chete Lera, está siempre asegurado.

Ars amandi.

El arte de amar o de aprender o de enseñar a amar es peligroso, la vieja puta y reputa murió acuchillada por sus avarientos criados que habían disfrutado con sus mañas. El arte de amar no llegó a descifrarlo ni siquiera Ovidio y eso que su libro del mismo título, (Ars Amandi o Ars amatoria)  le costó el destierro.
En cosas del amor y e sexo mi generación se encontró con un fenómeno restrictivo  que acabó siendo factor  de liberación. Muchas de aquellas mujeres tenían una prevención resolutiva y taxativa contra la penetración. En consecuencia, considerando el acto carnal como un diálogo de los cuerpos y una derivación del espíritu, hubo que desarrollar el júbilo y la imaginación del  del juego y la caricia.

Desconsideración con una diosa.

El año pasado cometí la grosería de mandar a la mierda a una mujer, acaso una de las amigas más leales que he tenido, aunque en un tris estuve de perderla. De todas formas acaso ya la haya perdido, pues estoy en una etapa de mi vida en que pierdo cosas  sin posibilidad de recuperación. El  suceso tiene una explicación apuntalada por la dialéctica de un adicto a la filosofía cínica.  A esa mujer yo le había otorgado jerarquía  de diosa. Y conociendo mi superego  que solo yo conozco ¿cómo Javier Villán podía perder la oportunidad de mandar a la mierda a una diosa del Olimpo?. Esa fue la causa de mi desconsiderada frase.

Oportunidad para María Diaz.

Al afecto de María Diaz le ofrezco la oportunidad de añadir una muesca a la culata de su revólver. Hubo un tiempo en que María Diaz, con la retranca de su agudo humor bilbaíno, contabilizaba las veces que en mi blog citaba yo a María Hervás con motivo de su poesía. Bueno, pues aquí está otra cita más, aunque sea solo para decir que hace tiempo que no la cito y que no sé si me dará ocasión de volverla a citar. Mientras la Hervás ha estado con Los Gondra, salvo en la crítica que hice al montaje, nunca la he traído a colación.  Y me he olvidado de su poema Itaca en el que Hervás bailaba el vals de las flores con huracanes y tiburones sobre tormentas y volcanes. Y me he olvidado también de Deseantes, su obra de teatro con ramalazos de absurdo y, sobre todo, con un personaje digno de Jardiel, Mihura o Ionesco: la vegetariana jabuguista; una mujer adicta a los productos de la huerta que se pone morada de jamón de Jabugo 5 Jotas.   En el Premio Miguel Mihura la cité en un totum revolutum  porque era una de las 20 candidatas seleccionadas por el jurado.

Así pues, querida María Diaz,  ya está aquí la cita. Mientras, te recuerdo que tenemos pendiente un encuentro con  Javier Gutiérrez y con Peris Mencheta para activar no sé qué debates con estos dos genios de la interpretación. En el fondo, María Diaz, tú y yo nos entendemos. Tu eres generosa y yo soy un vasco nacido en Torre de los Molinos (Palencia) por capricho  de la historia según la cual los bilbaínos nacen donde les da la gana. Como Txetxu Mazuelas, hijo del gran Jose Luis Mazuelas, bilbaíno que nació en Burgos.

martes, 21 de febrero de 2017

RESACAS DEL PREMIO MIGUEL MIHURA


Cosas de espías sentimentales
Termino el último y prodigioso libro de Le Carré, Volar en círculos. Manual del espía y su capacidad de seducción. Fascinación. Quiero tanto a Le Carre, leo sus libros con tal fervor que, en ocasiones, me parece ser uno de sus personajes.  O él mismo. O Smiley.  Destaco sutil mensaje de este libro: “el espía ha de estar seguro de que  los  secretos que posee de los demás  son más peligrosos para ellos que los que ellos tienen sobre él”. Aun así, destaca la elegancia entre colegas; una cierta lealtad, un fair play: “Busca cómplices, no busques enemigos”.

La mujer nueva y necesaria. Justicia poética

Celebro la acogida que  ha tenido mi recuerdo  a Carmen Laforet, mujer extraordinaria a la que traté un poco en los últimos años de su vida, gracias a mi amistad con su hija Cristina, la pintora que cambió pinceles magníficos  por su excelente literatura de novelista.  Sobre Lilí Alvarez, que cambió  la vida de Laforet, no me pronuncio. Mientras haya amor,  decía Marylin, todo vale. (¿Me libraré algún dia de citar a Marylin?) Sin duda Lilí era una gran mujer; y la única vez que cometí la impertinencia de preguntarle por ella a Carmen, está sonrió y me dijo voy a prepararte un café, que su hija Cristina ya estaba preparando.

 El cambio a mujer nueva de Carmen no dejaba atrás nada espectacular; nada, como su gran novela, Nada, Premio Nadal 1944 creo. Una  vida apacible de burguesita catalana,    casada con el mejor crítico literario de la época, Manuel Cerezales. Nada espectacular  que justificara el título redentor y expiatorio de “mujer nueva” que como  es lógico nada tienen que expiar

 Afrontó con toda legitimidad  una nueva visión de la vida, una perspectiva más cerca del amor y del misticismo que de la literatura. Sirva este exordio como homenaje  a Carmen Laforet   y como preámbulo a la gresca que me han montado unas aves gallináceas  por mi restauración del premio Miguel Mihura, al margen de la turbulenta SGAE. Gresca que voy a continuar, claro está. Como verán ustedes si siguen leyendo

                         Cacarean, luego cabalgamos

El Gallinero es un blog en el que como su propio nombre indica hay mucho guirigay y pocas  ideas; kikirikíes  de gallo de corral, muchos. Al parecer ese gallinero lo forman algunos aspirantes a dramaturgos que, a lo peor, un dia tienen la suerte, o la desgracia, de estrenar; no lo sé ni me importa.

El único responsable de la “Restauración” del Premio Mihura soy yo, con la colaboración de un jurado del que formaban parte los críticos teatrales de Madrid, Luis María Anson, Borja Ortiz de Gondra, y Garrigues  Walker . Asumo, pues todas las responsabilidades, menos las del menú de la cena y el condumio. Me pareció oportuno recuperar, en colaboración con El País, La Razón, ABC,  el Mundo, el Gijón y el Teatro  Español, un Premio  a la Actriz Más Destacada del Año; sin medios ni subvenciones, pero con el júbilo de las 20 candidatas seleccionadas, aunque tuvieran que pagarse la cena. Me hallé a los pocos dias con Manuela Paso, una de las candidatas; un  premio y una noche destinados a enaltecer  a  las actrices españolas es un primer paso que a ambos nos parece insuficiente. Hay que valorar la presencia de la mujer en el teatro en toda su extensión.  He  de hallar un mayor punto de colaboración con Manuela y actrices como ella.

Se hará mejor, sin duda, los próximos años, puede que hasta se encuentre algún patrocinador generoso y alguien más competente que yo; pero un premio para una actriz, en un país de excelentes actrices y demasiados gallos, me parece digno de recordación. Ganó Beatriz Argüello, excelente y nada que oponer. Pese a tener que pagarse la cena, -economia, Horacio, economía-   las candidatas consideraron un honor aspirar al premio perdido y restaurado. Al menos esa es la sensación que percibo.

Me parece un acierto haber recuperado este premio no por las razones mostrencas que los mostrencos gallos del Gallinero, parecen aducir: que a Mihura le gustaban las chicas. Seguro que sí, pero eso carece de importancia y a mí me da igual si a los plumíferos del Gallinero les gustan los gallos, la gallinas   o los palos llenos de mierda donde estas duermen  a una pata. Hubo insuficiencias, cosas mal hechas, la cena fue horrible. Pero prevaleció la intención de su recuperación,  abandonado hace doce años por una Sgae que bastante tiene con poner  orden y limpieza en los establos de Augías en que se ha convertido su bello edificio. Y la intención está clara: homenaje a la actriz española porque España es un país de actrices. Y de gallos, claro.

 

sábado, 18 de febrero de 2017

LOS GONDRA ECHAN EL TELON


LOS GONDRA BAJAN EL TELÓN

Un dia, hoy, queda   para admirar uno de los acontecimientos teatrales del último mes y, posiblemente, de la temporada: Los Gondra. No es publicidad, es una constatación de hechos. Y en la reventa, como en los toros, las entradas se pagarían a precios de mercado negro. Público y crítica se han puesto de acuerdo: memorable. Memorables; y cómo crítico teatral les mandaría una rosa a cada una de las mujeres, y un clavel a cada uno de los hombres, dos a Juan Pastor como maestro de actores. A Borja le mandaría una Pasionaria por lo que este texto le ha hecho sufrir.

El  enigma de la Alfarera Prodigiosa

Me preguntan los seguidores del blog qué fue de la Alfarera Prodigiosa y yo no sé qué decir. Alguien insiste “algún averiguaré  quién era o es la alfarera”; yo insisto que un personaje, quizá el personaje más limpio, hermoso y libre de mis ficciones. Pero él no se lo cree y piensa que es un ser de carne y hueso. Sigo con mis complicidades y mi cómplice verdadera, la sonrisa de complicidad que nunca me/nos a, libera una purísima carcajada.

 A la Allfarera le perdí la pista camino de las islas polinesias en las que halló, según sospecho, una fe expiatoria, un misticismo redentor y exculpatorio en algo parecido al hinduismo. Los breves mensajes que le mandaba deben de haber acabado en el altar de Brahma o de Visnú. No me lo creo del todo; mi Alfarera no pudo acabar así.

Me entregué  entonces a Sherezade, lista hermosa y seductora de sultanes, sultanas  y de huríes, pero no había color. Era la reina del harén, pero lo hacía por salvar la cabeza no por gozo. La amaban todas las compañeras. Y me quedé sin Alfarera y sin Sherezade. Soy una ficción y eso tiene el peligro de que toda mi vida, mis personajes y mis seres reales se conviertan también en ficción.   los últimos meses una amiga se ha convertido al budismo, otra sea hecho hinduista y una tercera se me ha metido a monja de clausura, como la hija de don Juan Alba, cuando ya las clausuras han sido abiertas y abolidas por los obispos. O sea que mi amistad tiene efectos letales. Todas afirman ser mujeres nuevas como si se sintieran redimidas de  lujurias y comercios que las ultrajaban con  amor mercenario. Pues saben lo que le digo? Que prefiero un pecadora de lujo, una Magdalena derramando ungüentos sobre lo pies de los amados, si verdaderamente eran amadores a una mística también de lujo que no sé dónde acabará.

 La verdad es que no estoy en situación de preferir nada. Si vuelvo a encontrar a la Alfarera supongo que, de momento,  no sabríamos qué decirnos. Pero volverían enseguida viejas complicidades.

Todas mis amigas, la budista, la hinduista y la monja son mujeres nuevas. Lo que me recuerda la que yo considero  peor novela de la gran Carmen Laforet La mujer nueva; de pronto, bajo la influencia de Lili Alvarez campeona de tenis,  polideportista, escritora, periodista. Carmen Laforet se transformó; sufrió un hechizo fascinante del que son testimonio sus cartas. Pasó  a la abstracción agrafa y sonámbula, habiendo podido ser  la mejor escritora española del siglo XX. Quizá lo sea todavía. Su novela Nada es todo lo incontestable que no puede ser La mujer nueva.

Los Gondra y el futuro.

Qué pasará ahora con Los Gondra que echa el telón cuando tiene demanda de entradas para varios meses?. Yo la hubiera visto varias veces. Es un modelo de texto valiente, cruento en el sentido literal del término, en el que las bombas, lo cristales rotos,  los coches calcinados, las ejecuciones y el instinto exteminador de Euzkakadi y del resto de España se impone a todo lo demás.

 Un elenco formidable en el que Borja, haciendo de sí mismo, un homosexual que no siente la patria vasca más allá de lo estrictamente necesario, es el gran impacto de la función. Y las mujeres vascas, ah las mujeres vascas con Maria Hervás Pepa Pedroche, Victoria Salvador Cecilia Solaguren.. Me quedan por descifrar muchos enigmas de Los Gondra que temo no lograré nunca. Con Juan Pastor, maestro de actores, José Tomé recobrado. Los actores para mí en Los Gondra han sido la gran sorpresa.

 Menos el enigma de Ainara qe no es enigma, sino odio antiespañol en estado puro, y pese a la violencia del gesto, muchacha frágil de  herrico taberna y desconcierto. Ideológicamente y escénicamente me  interesa la transustanciación de María Hervás, de Ainara el terror etarra, en Gorbiñe, el amor, la soledad bajo la lluvia, el hermoso poema que me sé de memoria; Gorbiñe, la depojada de besos y de abrazos, la soledad de un alma enamorada. Echaremos de menos Los Gondra hasta que sepamos cuál es su destino.

 No es propaganda, todo el papel está vendido . Dos días, solo queda dos días y las colas delante de la taquilla, por si apareciera una entrada de devolución,  son como un símbolo de esperanza y redención. A lo mejor, este país cainita llamado España,  tiene arreglo. Yo voy a seguir buscando a  mi  Alfarera prodigiosa. Y a la Marylin de mis sueños; a  lo peor me encuentro con que Marylin también es mujer nueva y ha hecho votos de castidad.

 

 

jueves, 16 de febrero de 2017

INMACULADA; OTRA MARIA


 

Fascinación y esteticismo

Paso fugaz por el Español: Inmaculada Espectáculos así debieran continuar. Son un termómetro para medir la cultura teatral de los madrileños. Luz intensa sobre el  blanco intenso. Como si en esa explosión de luz se quisieran cifrar todos los secretos de María, de una madre y de un hijo sacrificados en beneficio de la humanidad. “No mereció la pena”, afirma María.

Analizado el suceso de la crucifixión de Cristo y su redención, puede que no mereciera la pena. Otro evangelio mariano, más cerca quizá de   los apócrifos que de los canónicos. María también dice: “la memoria es parte de mi cuerpo” con lo cual atribuye a este una sensorialidad orgánica más allá de la palabra.  Este testamento de Maria, bello, brillantísimo y artificioso, a punto ha estado de redimirme de mi desafecto por Pandur al que siempre he considerado un manierista  y arbitrario. Fascina.  Blanca Portillo conmovía.

 Me ha gustado esta historia de María, luminosa y bella, mismo texto, mismo autor Colm Tóibín.   He apreciado esa sutilísima caligrafía que surge  a veces de las brumas sagradas de un escenario. La apoteosis de  María coronada como una emperatriz quizá me resulte excesiva, pero en líneas generales el texto de Colm Toibin halla en Natasa Matjasec Rosker un soporte mágico y fantástico menos conmovedor que el que hallaba en Portillo. María y su memoria  desafiando la memoria canónica y oficial.

 Blanca Portillo era una mujer de pueblo atormentada por sus cobardías, Natasa es una vestal sacrificándose sobre el altar del escenario. Un altar blanquísimo en el que empiezan a quedar signos del cruento suceso de la vida, pasión y  muerte de Cristo. Hasta culminar en la gran metáfora en un bellísimo plano, icono de la crucifixión: Natasa Matjasec Rosker.

 Es inevitable la comparación. Blanca Portillo hacía un expresionismo de corte goyesco, una interiorización de la gestualidad del dolor. Natasa no interioriza, estiliza. Crea cuadros de gran belleza que son también, y a la vez,  una teoría del dolor.

 

 

lunes, 13 de febrero de 2017

Blog del Lunes. Trump, el muñeco diabólico


Inicio con este post la nueva organización del blog con periodicidad fija: los lunes de cada semana como varios seguidores me han sugerido

Modigliani o Rubens

Siempre recibí de  las mujeres más de lo que di. Sobre todo de la mujer que lleva aguantándome como abnegada compañera 50 años. Por eso no es de extrañar que en mi poesía el amor sea una constante. Y  sexo otra constante;  sobre todo  sexo. Publiqué hace años  un libro del que me siento  especialmente satisfecho: Sonetos de fuego y nieve. Pagar en poesía….es ¡¡buen negocio!! Para mí; no tengo otra cosa.

 ¿Mujer Modigliani o mujer Rubens? Da igual si es capaz de soportar el abrazo y el beso y devolverlo con más temperatura.

 Cartas a una amiga inventada

El libro que me gustaría escribir en estos momentos ya está escrito por Saint-Exupery. Cartas a una amiga inventada. Serían cartas manuscritas, dignas de   un facsímil para bibliófilos. Voy a intentarlo,  lo he intentado ya pero últimamente no me sale nada. ¿Dar con la amiga adecuada o con el tono epistolar exacto?  ¿hay una amiga en busca de un cartero o el cartero de Neruda anda buscando destino para su canción desesperada?

 Mi padre era cartero, peatón cartero, lo cual no me sirve de mucho. La vida no sirve de nada. La vida es ficción, yo soy pura ficción. Cuando en ocasiones te estrangula la realidad, te vomita tu  mierda y la suya en la cara. Siglos de iluminación los apaga un minuto  de error o de desastre, la hora tonta que dicen los gitanos. A lo peor el mundo es una larguísima hora tonta de miles de millones de segundos todo ha sido una hora tonta.  Y admiras a un poeta que nunca había sido tu predilecto, solo por un verso: “la certeza  de no haberme equivocado en nada, sino en aquello que más quería”. Para algo ha de valer la literatura;  para la venganza o para la melancolía.

Mujeres fatales

Hay mujeres  que manejan a los  hombres  como  sicarias de no sé qué destino implacable. Esto lo sabemos muy bien los lectores de Hammette y Chandler que para mí siguen siendo los modelos de novela negra nunca  superados. Excluyo de esta clase de mujer la que inmola, toda una vida, por amor que es otra forma de fatalidad. Sobre todo para ella.

En toda mujer fatal hay una sensación de culpa que la redime de sus deslealtades. Eso pasa en la canción española, de la que soy fervoroso seguidor desde mi más tierna infancia. En primer lugar de fatalidad está la mujer sincera que dice necesito estar contigo para creerme esa mujer que te has inventado. No me invento mujeres; a lo sumo ilumino su parte peor alumbrada.

 

Trump el muñeco diabólico                 

                      Tiene pinta de muñeco sobrepasado de pilas, de energía. El trumpismo no es un sistema, no  es un pensamiento político ni un fascismo de nuevo cuño; es un magma abstracto y gelatinoso que amenaza al mundo y muy en especial a México. México es una civilización violenta y hermosa, siempre sobre o bajo el volcán; lo cual va a dar pretexto a Trump, como si necesitara pretextos,  para humillar a los mexicanos. Decíamos en tiempos que los presidentes norteamericanos eran incapaces de   pasear y mascar chicle a la vez. Y que bajo los efectos de esa descoordinación tomaban sus principales decisiones políticas.

                     Trump puede que sea capaz de eso y de más. Con una mano podría apuntar hacía la desestabilización de Europa, firmar un decreto de movilización de tropas; y con el látigo de cinco puntas en la otra flagelar a los mexicanos obligados a  construir el muro que los aislará de USA. En Trump no hay Sed de Mal como en la célebre película de Orson Wells, porque es el mal en estado puro, es decir sin mediaciones intelectuales.  Trump es la conciencia de USA. Por eso está al mando. Y firmará acuerdos con Putin como los firmaron   Hitler y Stalin.

sábado, 11 de febrero de 2017

MIGUEL MIHURA, PUNTO Y APARTE



                       TITANIA REINA DE LAS HADAS, PUCK
                    El Miguel Mihura de hoy, el de la otra noche, tiene que ver poco con el Mihura de antes. Hay diferencias que debieran mantenerse a partir de esta convocatoria. Y si no se mantienen da igual, el premio a la Mejor Actriz del Año está restaurado, no recuperado. Antíguamente era mucho más simple, aunque tenía el atractivo de una  dotación  de 100.000 pesetas. Un jurado se reunía y decía esta es la premiada. Se le comunicaba a la ganadora, se hacía un nota de prensa y aquí paz y después gloria. Nada, ni de lejos,  parecido a este sueño  maravilloso de una noche de verano en invierno en el que durante un  tiempo todas las candidatas aspiraban a ser Titania y, como añadido, cortarle los güevos a Overon o ponerle una cabeza de burro con o sin el beneplácito de don William Shakespeare. Licencia de las adaptaciones.

                     Yo me sentí Puck en algún momento de la noche, el travieso duendecillo que enreda las cosas y hace felices a las criaturas del bosque.  Si pude ejercer de servidor de Titania/Argüello en algún momento me siento contento  por ello. Es obligación y servidumbre de todo personaje subalterno. Y el travieso Puck, un poco melancólico y cansado, acaba prefiriendo siempre la lealtad a sus travesuras.

 

miércoles, 8 de febrero de 2017

SUEÑO DE LA NOCHE BEATRIZ ARGÜELLO


 Las razones de un jurado

Establecí hace pocos días que este blog saldría todos los lunes salvo algún acontecimiento especial que requiriese su presencia. Y suceso especial ha sido el fallo del Premio Miguel Mihura a la mejor actriz del año, Beatriz Argüello. Impecable el jurado, que yo mismo había designado, con las naturales  discrepancias en estos casos. La formación del jurado obedeció  a razones de sentido común. Cuando decidí abrir el premio no sólo al soporte del  Mundo, sino a los cuatro periódicos generalistas de Madrid, era evidente que los cuatro críticos debían formar parte del mismo. Carmen Portaceli por el apoyo prestado al premio por el teatro Español es indiscutible y, como a Borja Ortiz de Gondra, su condición de  teatreros no los invalida su neutralidad para emitir un veredicto. Luis María Anson y Antonio Garrigues Walker no necesitan justificación, son dos nombres de autoridad. Respecto a mí siempre soy un poco el aprendiz de brujo al que las fuerzas mágicas que ha desencadenado acaban por desbordarlo. Menos mal que en esta ocasión tenía a mí lado a María Díaz que capeó con inteligencia y eficacia todos los temporales. Quise incorporar a José Manuel, factótum del Gijón, que con buen sentido, me dijo que él entiende de condumios pero no de teatro. Con estas convicciones me dispuse a proclamar ganadora a una grandísima actriz Beatriz Argüello que recibió el entusiasmo general de sus compañeras y el trofeo de Pedro Casablanc, diseñador del mismo. La inteligencia y las bellas artes de un gran actor, al servicio del restaurado premio Miguel Mihura. Gracias Pedro, en nombre de todos. Menos en nombre de la Sgae, naturalmente, que  lo otorgaba hace años y nada tiene que ver con esta restauración. Las aguas bajan turbias en tan ilustre organismo y bastante tiene con lavar sus trapos sucios y resolver sus problemas internos. En ello están, al parecer.

Paradoja de las comediantas

Decía Lawrence Durrell, mejor dicho su personaje Clea, que con las mujeres solo se pueden hacer tres cosas: amarlas, sufrir por ellas o convertirlas en literatura. En el transcurso de las deliberaciones del jurado, yo asumí esa Santísima Trinidad del Cuarteto de Alejandría. De las 20 candidatas teníamos que sacrificar a 19 y ese fue un sacrificio incruento pero doloroso. Luego vienen los problemas de identificación y de transustanciación. Las cómicas tienen su vida del escenario y su vida normal, o sea una doble naturaleza. Aparte problemas de despiste personal que conforman mi naturaleza, cómo identificar  a Manuela Paso, el blasfematorio personaje de las Tríbadas con la serena belleza de la noche del Mihura? A María Hervás en un proceso de espiritualización creciente, con Ainara, la etarra de los Gondra? A Sara Moraleda que se presentó  revestida de su segundo yo, la inmortal  Frida Kahlo?

Me asombré de encontrármelas a todas irreconocibles, descendidas del lugar sagrado de las tablas. ¿Tú eres Manuela Paso? Sí por qué? Nunca te hubiera reconocido tras ver buena parte de  lo que has hecho. Y Manuela: “es el mejor elogio que se puede hacer de una actriz. Gracias”. Y sonrió. Mi mayor sorpresa Victoria Salvador hoy en Los Gondra y hace meses en Reina Sofía, como preguntándose y qué pinto yo aquí; sin conocer a nadie sólo a la compañera de reparto, María Hervás , más brisa según pasaba la noche, más libélula vaga de una vaga ilusión.  María Adánez,  Marta Poveda, Irene Escolar, Lucía Quintana, Clara Sanchís, estaban más en su salsa, con más tablas diría yo.  

Gracias a todas  ellas por su arte, por sus sonrisas. Esto no tiene demasiado mérito por mi parte. Sabido es que vendo mi alma al diablo por la sonrisa de una mujer, si el diablo aceptara tan desigual trueque. Mi propuesta de que se otorgue un premio Miguel Mihura todos los meses en el Café Gijón, mi verdadera y única patria, fue unánimemente rechazada.

 

lunes, 6 de febrero de 2017

PREMIO MIGUEL MIHURA A LA MEJOR ACTRIZ


21 candidatas optan al premio a la Mejor Actriz.

(A partir de ahora este blog se publicará todos los lunes. Cumplo así la sugerencia de los lectores que prefieren una periodicidad fija)

Hoy recuperamos el Premio Miguel Mihura, uno de los objetivos que desde hace algunos meses venía planteándome como crítico de teatro del Mundo. Doce años hace que la desidia y  el desdén de la Sociedad General de Autores tenía abandonado el Premio que, de la mano de Miguel y su hermano Jerónimo nació en su seno. De hecho la Sgae sigue desligada de él; no se trata, pues, de una recuperación, sino de una refundación. Nace un nuevo Premio Miguel Mihura, aún de perfiles imprecisos, pero fiel al espíritu de su titular. Es decir, premio a la actriz más destacada del año. En atención a ese interregno de doce años, aproximadamente, hemos ampliado de uno a dos años la posibilidad  del galardón; por lo tanto en el Premio que se fallará esta noche, acaso coincidiendo con la hora mágica en que escribo este artículo, se contemplan trabajos del 2016  y del 2015.

Cuando les expuse la idea de recuperación, o de refundación, a Luis María Ansón (El Cultural)  Antonio Garrigues Walker (Poeta), Borja Ortiz de Gondra (Autor)   Ignacio García Garzón, (Abc) Javier Vallejo  (El País), Raúl Losánez (La Razón), la aceptaron al instante. Luego vino María Diaz, que se ha convertido en el alma del mismo. No digo también en el cuerpo porque para eso están las almas y los cuerpos de la 21 finalistas, aspirantes a ceñirse la corona de laurel, el mirlo y el acanto. El dinamismo y la eficiencia de María Diaz han sido tan importantes como el Café de Gijón y el Teatro Español de Carmen Portaceli.
 
 Kafka, la belleza y la inmortalidad

“El hombre capaz de admirar la belleza, nunca envejece" escribió Kafka. Por eso creo que, en definitiva, hemos restaurado este Premio: para no envejecer al contemplar en una noche, todas juntas, en el mítico Café de Gijón, los  talentos y las  bellezas de nuestra escena. ¿Cómo sustraernos a la tentación de ver juntas a Irene Escolar, Marta Poveda, María Hervás, Beatriz Argüello, Eva Rufo, Bárbara Leni, María Adánez, Lucía Quintana, Isabelle Stofell, Victoria Salvador  y así hasta veinte. Los que componemos este jurado  aspiramos, como Kafka,  a ser inmortales a través de la belleza. Y del talento. Pues la belleza sin talento es una belleza muerta   Por eso, robándole a Paul Eluard su verso heroico “Madrid capital de la gloria”, se lo aplico líricamente a lo que esta noche va a ocurrir en el Gijón.

Se trata de un homenaje a Miguel Mihura, pero se trata sobre todo de un homenaje a las actrices españolas para las que siempre escribió con fervor. Mihura es una comediógrafo ágil y divertido, el autor de Ninette y un señor de Murcia, o Melocotón en almíbar, pero es también el profeta del Teatro del Absurdo, antes que Ionesco, Becket, Arrabal sistematizaran sus bases.  Mihura escribió en 1933 Tres sombreros de copa, un referente precoz  sobre la cuestión, que Gustavo Pérez Puig  estrenó en 1953. España es un país de actrices, sin quitarle mérito, o quitándoselo,  a la hegemonía del actor. Hace unos meses escribí que en este premio lo difícil no era a quien dárselo, sino a quién no dárselo. En esas estamos.