jueves, 21 de julio de 2016

EL SUEÑO DE AVIGNON Y EL PREMIO CARLO PORTO


 

El refugio 
De regreso de Almada en el refugio inexpugnable de Colmenar Viejo: el texto principal que apuntalan intertextualidades gozosas y pasajeras. Y a la viceversa. Breve descanso de dos días. Luego, a Olmedo. Y cierro el círculo de festivales de verano. No habrá descanso en este infierno de calor. Preveía un verano tórrido y celérico, pero no tanto. De celérico puede convertirse en colérico.   

Paralizada  la reescritura de mi monólogo Lager. Necesito manejar a fondo Mein Kamp y la biblia del nazismo me produce náuseas.  Intento volver  a Rilke, el poema necesario. Me aburro, y el poema necesario resulta absolutamente prescindible.

Incertidumbre sobre la Utopia. Mi Ítaca no existe.

Pilar de Miguel me envía un texto inédito  sobre Manuela Carmena. Prometo leerlo. Luego me dice que espere, que ese texto no es el genuino; tiene que darle la vuelta. Vale. Pero supongo que caeré a la tentación de leerlo. 

Llevo reflexionando unos días sobre la amistad, la lealtad. Sobre el encontronazo  con alguien a quien le reproché, en plan confianza, que no me hubiera felicitado por el premio Carlo Porto. Bueno,  lo mandé  a la mierda cuando me dijo que pasaba de premios y de egos hinchados. Y reconozco que eso de mandar a la mierda a alguien está feo. Dias antes había mandado a la mierda a Gramsci y su teoría de la inteligencia y la voluntad. También está feo.

Mi ego; pudiera ser. En cualquier caso mucho menor que  los miles de egos que he alimentado y sigo alimentando. Con esto me quedo y con alguna gratitud que nadie me arrancará del corazón: “ gracias por verme, en todo,  mejor de lo que yo me veo y en realidad soy”.  Teoría personal: en tiempos de tribulación,  contra la autoestima devastada  el ego y el orgullo de quien somos. Cuando elogio, aunque sea en privado,   acierto más que cuando vilipendio.  Solo me he equivocado conmigo mismo. Con Los Gondra, justo hasta levantarse el telón. Después, naturalmente, dios dirá. Por supuesto.

Serie. Actrices  para Agosto.

Llamo a Borja Ortiz de Gondra para que firme los oríginales suyos que tengo. Destino, la Fundación Jorge Guilén, con el resto de mi legado epistolar y fotográfico. Interesa especialmente el original de Los Gondra. Una historia vasca.

 Empiezo la redacción de una serie veraniega sobre actrices: El personaje y su actriz. Siete capítulos para el Mundo durante el mes de agosto.  No se trata de elegir a siete actrices estupendas, que también, sino siete actrices  en el momento clave de su carrera; aquel personaje  que las marcó para siempre y les dio sello; el que a ningún amante del teatro se le puede borrar de la memoria.

Premio Carlo Porto.

 En Almada me han entregado el premio Carlo Porto. Solo alcanzo a ver  uno de los espectáculos centrales de la programación, El feo, de   Marius von Mayenburg…… Lo vimos en España, en Teatro del Arte hace unos años. Hoy mismo sale la crítica en el Mundo. Descubro una estupenda actriz María Joao Falcao. No es frecuente que  a estas alturas me impresione una actriz que en sus ojos lleva  toda la teoría del teatro: expresividad máxima, natural.  Por este descubrimiento, el  premio ya merecía la pena.

 La gloria de un escenario.  

Nada hay  más grande que salir a un escenario; es el lugar sagrado, el centro del universo. Me tiemblan las piernas entre cajas; pero entiendo  la gloria del aplauso que eleva a los cielos el ego de los artistas. Sin eso, sin el aplauso del público  no hay arte  que valga. Me gusta el papel que me han asignado: el de  Javier Villán, es el mejor conozco. Me acerco al  proscenio sin bastones, como si los focos me prestasen una extraña fuerza. Tiemblo, pero enseguida ya no hay quien me pare. Desaparecen las inseguridades, los miedos,  con un micrófono en la mano soy una amenaza. Me controlo; cuatro minutos de discurso. Y parte de ellos se lo llevan el requiescat por  Monleón que acaba de morir, y los aplausos y las carcajadas del público.

 Digo   que mi modestia (falsa) no puede desautorizar al  jurado, afirmando  que  el premio es inmerecido. (Carcajadas). Luego, breve teoría sobe el teatro esencial. Me cuesta dejar el escenario, me quedaría allí eternamente. Debo de ser, en el fondo, un proyecto de mal actor  que se quedó en crítico. No lo sé

Viaje demoledor

Aunque más demoledor, supongo, para el escenógrafo David de Loaysa que se prestó  a llevarme en su coche. Un alto en Mérida para ver un desafortunado  Alejandro Magno. En Madrid, en el pequeño interludio después de Almagro,  Ortiz de Gondra remata aspectos de Los Gondra,  dirigida por Josep María Mestres; cerrado, al parecer, un reparto de lujo. Respira tranquilo. Adolfo Marsillach decía que cualquier actor español cambia un estreno en el María Guerrero por un capítulo de una serie de televisión. Novedad; el propio Borja   forma parte del reparto haciendo de sí mismo.

Jueves 23,50 en el teatro romano.

En un momento, en los primeros escalones de la orchestra, minutos antes de que empiece  la representación, se me presenta ante los ojos, a pocos metros, “el sueño de Avignon” que, según mi turbulenta imaginación, acaso no fuera en Avignon.

 De pronto, en una imprevista acción teatral, se escenifica algo que había visualizado dias atrás. Extraña exactitud. Sólo me equivoqué en el color del vestido; lo imaginé granate y era negro. Debe de ser cierto que tengo un don adivinatorio, profético. Y que algunas personas  hallaban  consuelo en esas imprevistas premoniciones.

 A punto estuve de ir a Avignon, desde Almagro, estimulado por unos  amigos devotos de Angélica Liddel, pero hace tiempo que soy reacio a la falsa transgresión de Angélica, a sus convencionalismos con  tinte de subversión.  Para saber la decadencia  de la Lidell  no  necesito el don profético. Me cuentan que la crítica no ha tenido compasión;  igual de cruel ha sido la izquierda, la derecha, el centro y la periferia. Con esto ya tengo el cuadro de Avignon completo, aunque mi don profético me avisa que Avignon puede ser una fantasmagoría.

 

Rodrigo Francisco , director del Festival, me ha presentado a Helena Probs, no se si austriaca, italiana o argentina. Habla a la perfección los tres idiomas. Allá por los años de plomo en Italia tuvo que marcharse a la Argentina.  Es una millonaria, protectora del Festival, presidenta de la Share Fundation. Ambos se marchan a Avignon. Yo prefiero volver a Madrid. 

 

 

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