viernes, 3 de julio de 2015

ALMAGRO CAPITAL MUNDIAL DEL TEATRO.


Un genio anda suelto; José Luis Gomez.
 Entre Manzanares y Almagro nos armamos el follón. Llegada a la capital del teatro tras ligera excursión involuntaria por la llanura manchega. Antonio el de los apartamentos rurales Arroyo que, en trance de necesidad, descubrí el año pasado nos espera. De nuevo a la, buhardilla de Lope de Vega. Hay otros de nombre acorde con el Festival: aposento Tirso de Molina, lugar Calderón de la Barca, territorio Cervantes. Los teatreros hacen cola para ocuparlos.
Chinarro el magnífico actor casi retirado al que veo en todos los estrenos de Madrid, un sabio de la escena, con unos amigos ocupa los dos últimos Almagro es un gran teatro con muchos espacios escénicos, un gran teatro del mundo con casi diez mil espectadores. Estoy  en el epicentro, a pocos minutos de la plaza y del Corral de Comedias. Excelente programación de Natalia Menendez y Premio Corral de Comedias, el decimoquinto, para José Luis Gómez. Unir, Universidad on line de la Rioja organiza el encuentro de críticos.
Gran fiesta en torno a José Luis el que en los setenta regresó de Europa. Para mí hay un antes y un después desde el montaje de La resistible ascensión de Arturo Ui. Nos enseñó a ver y a hacer teatro: director, actor, gestor. Y desde hace poco Académico de la Española. Fernán Gómez fue el primero que usó en la Academia con verdadero  orgullo, la palabra Cómico, con mayúscula. El segundo, José Luis Gómez. Primer fruto como académico: Cómicos de la lengua, una nueva manera de ver y decir el castellano arcaico, Cantar de Mío Cid, por ejemplo. Fundador de la Abadía,  referente incuestionable del teatro español y universal desde la Santa Transición que  trajo a España la democracia.
Lleno hasta la cazuela. Enseguida salta la alarma: diez sillas vacías en el escenario, lo que quiere decir que habremos de escuchar diez discursos: políticos y teatreros. Natalia Menéndez, majestuosa maestra de ceremonias,  alivia la cuestión. Pese a todo  la amenaza se cumple; diez discursos. Todo sea a mayor honra y gloria de este genio del teatro, genio en sentido estricto; o sea la inspiración trabajada, elaborada, sin fisuras.
Tuve el privilegio de presenciar un ensayo de Gómez en la Abadía. Si hubiese sido actor se me habrían quitado las ganas. Los actores, en cambio, estaban encantados. Sufrientes y encantados. Esta es la aparente contradicción de este hombre que nada confía a la improvisación, un desastre doméstico y cotidiano; un cartesiano, un sargento de hierro metódico e inflexible en el teatro. Para él, el actor no es  un vehículo a través del cual se  manifiesta el director; el actor es una fuente de misterios  creativos. José Luis Gómez, ¿paradoja del comediante o Método de Strasberg? Un dia escribiré sobre esto. A lo mejor la  disquisición es superflua.´

Fuente Ovejuna; un depredador.

Colosal espectáculo: Fuente Ovejuna en la plaza del pueblo. Combates, caballos, un Comendador chulo y violador: un depredador; unos doscientos intérpretes, el pueblo de Fuente Ovejuna en los distintos planos del escenario. El Comendador es linchado por un pueblo que cree más en los Reyes y el honor  que en la justicia: ¿quién mató al Comendador? Fuente Ovejuna lo hizo. Gran despliegue de masas a pleno ritmo y dos pueblos hermanados, Almagro y Fuente Ovejuna. Y Lope grande; pero tramposo y manipulador como siempre. Solapa la violación de Laurencia para que, en aras de la virtud, esta llegue virgen al lecho nupcial. Un contradiós de Lope, el Príncipe de los Ingenios.   Lope y la Monarquía Absoluta y la Inquisición. Y siempre grande, aunque escribiera en necio. Buen aperitivo para la Jornada de la Crítica  en torno a los clásicos, de Unir.

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