viernes, 24 de julio de 2015

TEATRO; ALARMA RETRASO PROGRAMACION ESPAÑOL

Teatro símbolo de libertad.
Poco o nada se sabe oficialmente de la programación del Teatro Español, habitualmente cerrada  por estas fechas. Lo único que ha trascendido a estas alturas es el proyecto firme del actual  director de recuperar de una vez por todos a Alfonso Sastre; es de esperar que la izquierda  no lo tumbe   como hizo el PP del CDN hace algunos años. Todos los teatros públicos  ya han publicado sus "carteles" menos la CNTC de Helena Pimenta que reabre el teatro de la Comedia; lo cual, supongo, condiciona la inauguración.
Este incierto retraso de la presentación de temporada en el Español, bloquea una  novedosa iniciativa: abrir una campaña de captación de abonados. Y la dificultad de cerrar los repartos; un reparto no se hace de la noche a la mañana. Y otra cosa peor; suscita la duda de cuál va a ser la actitud de Podemos respecto al teatro. Si saben o no saben el papel liberador y social del teatro o lo consideran una actividad de ocio, supérflua y a extinguir,  como hace el pensamiento burgués. El teatro debe ser considerado servicio cultural a la comunidad; como la educación o la sanidad. Nunca he visto a Rajoy en un teatro.
 Y hace años, cuando la derecha se reviró contra la programación de Pérez de la Fuente y Eduardo Galán en el CDN, escuché a un gran prohombre del PP: “¿por qué un cargo nuestro tiene que hacer esa programación  de izquierdas?” Le respondí; “porque está haciendo estupendo  teatro y  ha saneado las cuentas del María Gerrero”. Quien parece decidida a controlar las desviaciones ideológicas de los actos culturales de la Casa del Reloj, si las hubiera, es la edila de la Arganzuela. No me lo creo, palabra que no me lo puedo creer. ¿Otra vez la censura franquista? Para eso vino la democracia?. Infundios, ya lo verán

 Toponimia de Madrid
“Madrid castillo famoso/que al rey moro alivia el miedo /arde en fiestas en su coso/ por ser el natal dichoso de Alimenón de Toledo”, “Madrid, Madrid, que bien tu nombre suena”, Madrid, capital de la gloria”, “Madrid rompeolas de todas la Españas”, “Madrid, poblachón manchego”.    Y así hasta el infinito.  Todo esto heredan los regidores de Madrid, su alcaldesa Manuela Carmena, cuando toman la vara de mando. Carmena y su séquito, que viene a tomar el cielo y a incendiar la tierra, como los ángeles rebeldes de Alfonso Sastre, Lluvia de ángeles sobre Madrid, (París)  andan a tortazos con el mapa callejero de Madrid; se quitaron felizmente cuando la democracia, liberadora entonces y putrefacta por la alternancia  PP-PSOE, la Avda del  Generalísimo y José Antonio. Era obvio porque el Generalísimo había sido un dictador cruento responsable de innumerables males; José Antonio, para la gente del común, era el artífice de una doctrina al amparo  de cuyos símbolos, ese mismo dictador cargó sus fechorías. Ahí los quiero ver a los responsables del musical La Princesa Roja.   
Castellana y Gran Via son hoy un símbolo de libertad. Desterrar del callejero a Pemán, Dalí o Gerardo Diego, cosa que sigo negándome a creer, es sólo un síntoma de incultura. Podemitas y sociatas, han empezado por Vázquez de Mella que era un conservador carlista, tradicionalista y mostrenco en beneficio de Pedro Zerolo que, con todos mis respetos, no era nada salvo defensor denodado de los gays, que está muy bien.  
Aunque no me puedo creer este disparate del callejero, sugiero la lectura de Historia de los heterodoxos españoles, de Menéndez Pelayo, para ampliar conocimientos. He apostado con Antonio Burgos y con Alfonso Ussía  y con otros, más de izquierdas que ellos, que eso del callejero es infundio para dañar la imagen de Carmena; y que la WEB Versión Original, que a mí me parece bien, lo desmentirá cual dia.
Mientras esto se aclara, sugiero una solución ecléctica en previsión de ese vaivén onomástico. Un dia Carmena perderá las elecciones municipales, es ley de vida,  y vuelta a empezar. Recomiendo  ya a quien corresponda, que en vez de  ponerlas nombres, sospechosos para uno u otro bando,  bauticen las calles con números como en Nueva York: la Quinta Avenida, la Sexta con la tres; y así.    


miércoles, 22 de julio de 2015

TEATRO. ÁNGELES REBELDES DE ALFONSO SASTRE

 Ahora que, al parecer, Pérez de la Fuente prepara en El Español el rescate de Alfonso Sastre, llega Malonda a  Teatro del Barrio, con un buen montaje de  Lluvia de ángeles sobre París.  Mérito ´tiene estrenar  a Alfonso Sastre, aunque sea una  comedia que el autor califica de comercial. Y hacerlo  sin apenas medios. En circunstancias de austeridad  hay que suplir con talento la escasez de recursos. Malonda  cuenta con algo importante; un grupo de actores/actrices que se multiplican en  papeles  de registro antagónico. Y lo hacen muy bien: Jesús Rodríguez, Emi Gainzos, Yolanda Rino, Carlos B. Rodrígez, Lucía Esteso, Rubén Martínez, Javier Sotorres.
No hay que hacer caso al autor cuando minimiza el alcance de  esta obra de ángeles rebeldes; Forma parte del juego. Lo que los ángeles rebelados pretenden es un  asalto del cielo para acabar  con  Dios.  Hay en este texto  un pirandelismo asumido en profundidad de interrupciones, acotaciones sobre la marcha de la obra, la identidad o no identidad de personaje e intérprete, la explicación del autor en el actual teatro español.
Lluvia de ángeles sobre París es un intento confeso e irónico   de apuntarse a  lo comercial, triunfo del que Sastre no está muy seguro, pero que si quisiera aceptar el canon no le resultaría difícil. En  Lluvia de ángeles sobre París es una comedia en la que ocurren sucesos maravillosas, y en la que el autor ofrece dos desenlaces muy distintos. No debo  desvelar ni el aceptado por Malonda ni el desechado. Porque Lluvia de ángeles sobre París es una comedia de clandestinidades  e intriga. Cada ángel bajado del cielo tiene detrás de sí al ángel custodio, el comisario Leclerc y a la policía de París.


viernes, 17 de julio de 2015

TEATRO Y DEMOCRACIA.


  ¿Cuándo la programación del Español?
Una sociedad sin teatro, o con un teatro amordazado,  es una sociedad muerta. El teatro es el termómetro de una sociedad. Celia Mayer, nueva concejala de cultura del Ayto de Madrid, ha dicho que es necesario democratizar el teatro. Nada que objetar. ¿Y si estos muchachos que han entrado en la política como caballos en una cacharrería, -más por las formas que por el fondo- acabaran por hacerlo bien?. El miedo no tiene que cambiar de bando; el miedo tiene que desaparecer. Y no veo razón para temer a Podemos y sus franquicias. A fin de cuentas Pablo Iglesias ha dicho que es “socialdemócrta a la manera de Lenin”; cosa que me parece un contradiós: socialdemocracia y leninismo; pero quién sabe.  
Entiendo por democratizar el teatro, ponerlo al alcance de la mayor parte de la gente, liberarlo de  cargas  que lo asfixian, apoyar una creación libre y una programación en la que destaque la excelencia. En Madrid, que es lo que atañe a Celia Mayer y a Manuela Carmena, la juventud se ha volcado con el circuito alternativo, que sobrevive heroicamente y hace un teatro vivo, acaso el más vivo y rupturista de estos momentos. Hay que ayudar a este teatro. El circuito comercial tiene su público y en una sociedad libre es imprescindible; ha de atenerse a las reglas de mercado y no debe ser lastrado por cargas que asfixien su desarrollo. El 21% de IVA criminal, ha sido la puntilla para muchos.
El teatro institucional es clave en una sociedad canibalizada por el mercado. Los teatros municipales de Madrid, en especial el Español, deben ser un espejo y convertirse no solo en centros de exhibición, sino en centros de investigación abiertos a todas las corrientes. Cuando Juan Carlos Pérez de la Fuente, hoy director de El Español, fue puesto al frente del CDN, María Guerrero, hizo una programación que el Psoe no se había atrevido a hacer: recuperó a proscritos en aquellos momentos como Max Aub,    Arrabal o Nieva; potenció a un joven,  Juan Mayorga,  estrenándole una obra clave, Cartas de amor a Stalin; revitalizó  lo mejor  de Buero Vallejo y pretendió cerrar la antología de autores españoles con Alfonso Sastre,  posiblemente el mejor autor de la segunda mitad del siglo XX. Problemas burocráticos, por llamarlos de una manera fina, lo impidieron. Ya en la empresa privada, lo recuperó con una memorable puesta en escena  de Dónde estás Ulalume, dónde estás.
 Es el momento de recuperar a Alfonso Sastre, el exiliado de Hondarribia, para el teatro de Madrid, su ciudad natal. Y hacerlo desde el mayor templo del teatro: el Español. Urge que conozcamos la programación de los teatros municipales de Madrid; eso será la carta de presentación de Celia Mayer. Una oportunidad que no puede desaprovechar.

 El callejero de Madrid y la cultura.
Yo eso, palabra, no me lo puedo creer. Me niego a aceptar que una alcaldesa culta y muy liberal tirando a muy roja, quiera quitar del callejero de Madrid a Dalí, Gerardo Diego, José María Pemán, Jardiel Poncela, Muñoz Seca, Manolete y así hasta el infinito, por adictos al franquismo. Seguro que eso no es verdad. Como si quisiéramos borrar a Quevedo por antisemita, a Lope de Vega, por ayudante de la Inquisición o a Calderón de la Barca por ideólogo de la Contrarreforma.
Seguro que Manuela Carmena ha leído a más de uno.  Pero conviene aclarar alguna cosa; Manolete era amigo de los exiliados de México y se carteaba con Indalecio Prieto y vivió “en pecado” con Lupe Sino, cabaretera y anarquista de Cipriano Mera. Cuando lo mató el toro ya era piedra de escándalo para la España nacional católica.
José María Pemán, recibía en el mar, en tierra de nadie a Rafael Alberti, cuando éste se acercaba a las costas del Puerto de Santamaría. Y fue quien, tras convencer a Franco, restituyó el nombre a Jacinto Benavente, Premio Nobel, republicano y maricón. Benavente, en las carteleras, solo  podía firmar como el “autor de la Malquerida”. Gerardo Diego  se quedó en España y  escribió versos a Franco: “huevo de águila, a Franco nombro”.  Pero es uno de los más grandes de la Generación del 27, en la que todos eran grandes
 Pablo Neruda  llamó hijo de perra a Gerardo tras la muerte de Miguel Hernández: “vosotros los Gerardos, los Dámaso, los hijos de perra”. Qué hubiera sido de Vicente Aleixandre sin la protección de don Dámaso Alonso y, en menor medida, de don Gerardo. Porque Aleixandre también se quedó en la España de Franco y fue una lumbrera reconocida.
Muñoz Seca fue fusilado en Paracuellos en uno de los  episodios más oscuros de Santiago Carrillo, el liquidador del PCE, un personaje que abunda en episodios oscuros; La venganza de don Mendo, de Muñoz Seca es la más genial parodia de la tragedia cruenta.
 Respecto a Salvador Dali es un  gran pintor, indiscutible en el surrealismo. Y un  escritor, puede que superior al pintor. Fue anarquista a los quince años, y adicto a la Revolución de Octubre. Después se convirtió en bandera universal del franquismo, más que nada por oposición a Picasso que era pendón del comunismo estalinista.

No me creo que abolir estas calles sea cierto.  La izquierda o es abierta a la cultura  o no es nada. Hay una teoría de arte y militancia en Gramsci que conviene recuperar. Podemos discutir lo que es cultura, pero eso es otra cuestión.

martes, 14 de julio de 2015

FESTIVAL DE ALMADA: NOVÍSIMO TEATRO ESPAÑOL


Los nuevos autores .  
En el debate sobre  O novíssimo teatro español, en el Festival de Almada José Gabriel López Antuñano fijó los puntos de partida: un recorrido por las distintas generaciones desde los 50 del siglo XX hasta la laberíntica y vertiginosa  fiebre creadora de estos momentos; las propuestas de ruptura y vanguardia.
  Por la tarde vimos Los nadadores nocturnos,   Miranda Gas Peña en la misma  línea ascendente que en el Max Aub de Cracio Tengo tantas personalidades que…..  Atención a esta joven actriz de estirpe. José Manuel Mora es, fundamentalmente, un poeta existencialista con   una poética dramática aún sin definir. El propio Mora había explicado por la mañana que su obra es más cosa de  Carlota Ferrer lo cual ésta negó con humor e ironía. Más que al escepticismo, la pieza de Mora, conceptualmente, está más próxima a un absurdo inconexo de la desesperanza. Prematura esta convicción en los jóvenes; es como llegar a la decadencia sin haber pasado por el esplendor.  
Veo mucho teatro alternativo, todo lo que puedo: cosas buenas, regulares  y algunas decididamente cuestionables. Muchas veces coincido con Luis María Anson; por el atuendo, a él lo confunden con un dependiente del Corte Inglés y a mí, por  mi barba y mi bastón, con un venerable maestro sin nada nuevo que enseñar.
 Lo alternativo no es solo un circuito en oposición al teatro convencional; es una estructura aleatoria de talleres, laboratorios, investigación de nuevas formas.  Pero queda poco por inventar; antes que Angélica Lidell estaba Antonín Artaud y su teatro de la crueldad; y antes que la danza como elemento teatral generalizado, la genial Pina Baus.
En el debate sobre  O novissimo teatro spanhol moderado por Antuñano estaban presentes  bastantes de las nuevas tendencias novísimas;  Carlota Ferrer, David Ojeda, Diego Palacio Enríquez, Iván Morales, José Manuel Mora. En la mesa también estaba, quizá como puente intergeneracional, José Ramón Fernández, ya un clásico como Juan Mayorga, por ejemplo. Y  José Ramón Fernández, que no tiene nada que ver   con los novísimos.  
El título, Los novísimos, me recordó la famosa antología de poetas de Castellet, del mismo título, en los años sesenta, que pretendió establecer los nuevos cánones de la poesía española, reacción lógica contra la poesía social cargada de futuro que decía Gabriel Celaya.  Todos, y los poetas más,  hemos matado a los dioses inmortales y hemos querido pegarle fuego al Olimpo. De esa antología con una estética culturalista de cine y otras artes y viajes, quedó por encima de todos un loco, estricto sensu de manicomio, Leopoldo María Panero. Y  Pere Gimferrer, Premio Nobel si la Academia sueca, en vez de en sus excentricidades, se fijara en su poesía .Recuerdo Oda a Venecia, frente al mar de los teatros y  por eso llamaron venecianos a él y sus seguidores. Muchos de aquellos novísimos yacen  sepultados  en el club de los poetas muertos.
También  saqué a colación el desarme ideológico que, tras la democracia, desmovilizó a la sociedad española y a los viejos rockeros del teatro independiente. Conclusión: la vanguardia española, en líneas generales, practica  un  formalismo y sin compromiso con la realidad social. Señalé que, para vanguardista Maiakoswki, y para revolución también. Tuvo que suicidarse, cosa que no les deseo a ninguno de los/as vanguardistas españoles.
Hubo un momento caliente y un poco crispado, cuando  Iván Morales declaró su vocación de dedicarse sacrificialmente al teatro, pero con intenciones de vivir de él exclusivamente; acusó de dominguero a José Manuel Mora por tener un empleo fijo. Sonó a  ajuste de cuentas, ignoro por qué causa o querella. Una dedicación full time  no garantiza la excelencia. Un empleo, sin embargo,  puede garantizar la independencia. Eso defendieron al menos Mora y José Ramón Fernández, que no es precisamente un novísimo aunque lo fue.
 La modernidad desconoce la historia del teatro que legítimamente quiere revolucionar y  es de una preocupante indigencia teórica. Desconoce que el gran desafío, sin abdicar de la forma y la investigación, es la crítica política, el teatro como contrapoder con  formas revolucionarias. Por ejemplo Alfonso Sastre,  y su teatro imposible, bestia negra de la censura zafia del franquismo e   ignorado después por la democracia putrefacta. Sastre al que Juan Carlos Pérez de la Fuente pretende recuperar para el Teatro Español de Madrid, si la nueva concejala de cultura y Manuela Carmena  lo permiten. El proyecto es ambicioso y Pérez de la Fuente   conoce la obra del exiliado de Hondarribia para el que dirigió con éxito, desde la iniciativa privada, Dónde estás Ulalume dónde estás. Celia Mayer ha declarado: “hay que democratizar el teatro”; buena ocasión para democratizar a Sastre.



domingo, 12 de julio de 2015

FESTIVAL DE ALMADA; VANGUARDIA Y ORTODOXIA.

 Julio teatral y viajero; Almagro, Mérida,  Almada a la orillas del Tajo cerca de Lisboa. Ritmo de Festival, dos o tres funciones diarias; y  debates. Y mesas redondas. El joven teatro portugués y O novíssimo teatro español, que explica  las razones de la presencia de autores españoles en el Festival, moderada y analizada con sagacidad por José Gabriel López Antuñano. Un recorrido por las distintas generaciones desde la posguerra y la autarquía, hasta los días actuales de vertiginosa e incierta fiebre creadora; una lección de historia frente a  incoherencias de propuestas de ruptura y vanguardia. En la mesa también estaba, quizá como puente intergeneracional, José Ramón Fernández, ya un clásico como Juan Mayorga, por ejemplo.
 Lisboa es una ciudad literaria;  más literaria y menos herida que Viena, mi ciudad preferida, por la que siempre flotan los fantasmas de una historia convulsa y  bella como este desconcertante espectáculo de Maxime Franzeti, llamado Dévoration: iconografía, movimiento, heterodoxia, pensamiento. En una línea parecida, aunque en  formato pequeño y menos espectacular, Los nadadores nocturnos, de José Manuel Mora; y según explicó el propio Mora, también de la directora, Carlota Ferrer, cosa que negó la propia Carlota con humor e ironía.
 Antes de   congelarme  de frío en Palco Grande por la traidora noche de Almada, me encontré en el Teatro Municipal, con el regalo  de Iluminación, de Joanna Murray-Smith. Un drama con toques de terror, atravesado  de un  misticismo agresivo; y dirigido con audacia y firmeza por Aurora Cano. Una obra  de ideas con el peligro de decantarse hacia un realismo constrictor y asfixiante. Seis personajes en busca de  “su verdad”. Dogmatismo excluyente. Factor  importante, una interpretación notable: Claudia Ríos, Daniel Martínez, Juan Carlos Vives, Lumi Cavazos, Pedro Mira y Sophie Gómez
 Algo tienen en común Dévoration e Iluminación: teatro de ideas aunque en ocasiones en Dévoration la imagen acabe distrayendo de la palabra. Dévoration es algo más que una iconografía  y un desfile de imágenes a veces deslumbrantes, es la irreverencia y la difícil libertad de conciencia, herida por una moral inducida y castradora. Teatro del dolor y del miedo. Conciencia culpable. Hay un fondo moral  que remite a Dostoiewski sobre la dignidad del dolor como  motor de la existencia.  Dostoiewsky tenía miedo de no ser digno de su dolor, de no hallarle sentido.
Hay un cruel contraste entre la belleza de los cuerpos, la coreografía de los cuerpos, perfectos incluso en la crispación. En los silencios puramente gestuales y los largos parlamentos, inacabables como el que enumera todas la guerras y todas las víctimas del mundo; una historia de infamias y atrocidades. Fuerza plástica fragmentada y rota; mujeres devoradas, canibalismo urgente y  lascivo, actores y actrices contorsionistas. Se mezcla el frenesí con la ceremonia y un drama clásico de reina agraviada, con la recreación de maternidades de  Rubens, Caravaggio, con la matriz  de  Miguel Ángel que es el canon de  todas las maternidades. Y el horror de la guerra, la máscara de la  guerra como un alarido. Acción corporal, ritmo frenético de caídas como si un rayo invisible fulminara a los intérpretes. Sorprendente espectáculo; incómodo, transgresor más por la moralidad a la contra que por la belleza; la belleza nunca transgrede. Contrasta lo procaz de algunas situaciones con el perfeccionismo manierista de otras. Una delicia, el “polvo” virtual, vía internet, de una bella y estupenda actriz y un estupendo actor.


viernes, 10 de julio de 2015

TIM ROBINS EN ALMAGRO


Mi sueño teatral con Tim Robins

Ecos de Almagro, desde Mérida y camino del Festival de Almada. Para el público del común, entre el que me  incluyo, Tim Robins basa su fama en la interpretación cinematográfica. Sobre todo en dos personajes: el preso de Pena de muerte y el atormentado de Mystic  River, niño violado y adulto culpable aparente, acuchillado por su mejor amigo, que encarna el siempre inquietante Sean Pen. Ahora se trata no de sus méritos en cine, sino de su labor como director en de El sueño de una noche, sorprendente y en cierta medida decepcionante. En el aspecto negativo, la casi desaparición de Puck, personaje sin cuyo concurso la trama se debilita; lo  más positivo y original, la conversión del bosque de los prodigios en personaje. El bosque no es un hábitat, un marco donde ocurren cosas, sino un personaje que influye en el desarrollo de esas cosas. Estas cosas son  los amores y desamores de Hermia, Helena, Lisardo y Demetrio;  las querellas  de Titania, reina de las hadas y Oberón. La representación de los artesanos en palacio, solucionados todos los conflictos, lo mejor de la obra. Una vieja obsesión o sueño muy personal: ver a Tim Robins en escena para calibrarlo definitivamente como actor.

martes, 7 de julio de 2015

ALMAGRO, NATALIA Y CERVANTES. JL.GÓMEZ Y ARTURO UI


Tsipras y Shylock el prestamista.
A todos preocupaba estos días el referéndum griego, pero en Almagro, entre tanto teatro apenas quedaba tiempo para hallar alguna analogía con Shakespeare: Shyllock, El Mercader de Venecia. Antonio es Tsipras y la Troika es el judío perverso y prestamista. Y va a cobrase la deuda, la libra de carne; pero a ver cómo lo hace sin tocar ni derramar una gota de sangre. Porque el contrato habla de carne, no de sangre.

El  año de Cervantes?.
 Almagro no solo es un inmenso escenario y la capital del teatro clásico universal; es también un mentidero, es decir un lugar donde se comentan rumores probables y noticias ciertas. Mentidero no quiere decir ágora de la mentira, sino lugar por donde corren verdades y rumores que acaban siendo verdad. Natalia Menéndez rebosa alegría por el éxito del Festival y los llenos de  los distintos espacios. Pero otras cosas la atribulan: la memoria de Cervantes, por ejemplo. El próximo año debiera ser el año de Cervantes  y aún no ha llegado a su mesa una sola propuesta sobre el manco. A este paso será el año de Shakespeare, más valorado por los engranajes del teatro español que Cervantes. Sigue la maldición contra el teatro del autor del Quijote, referente casi único de su colosal obra. Pese a lo cual, sigo pensando que al teatro español le hubiera ido mejor por los caminos de Cervantes y no por la comercialidad de Lope.

Hora de Cervantes y  retorno de Arturo Ui
De buena fuente; puede que José Luis Gómez decida reponer la obra que contribuyó a modernizar el teatro español y que fue su tarjeta de presentación tras su aprendizaje por los caminos del mundo; La resistible ascensión de Arturo Ui, que la prensa especializada  se empeñó en calificar de irresistible. Fue quizá la más sagaz aproximación al  mal entendido distanciamiento brechtiano; una iluminación  de Gómez como actor y como director.
 Arturo Ui es metáfora de Hitler, naturalmente, y la piel nazifascista de los españoles siempre ha sido muy fina e hipersensible  Era en el tardofranquismo y los Guerrilleros de Cristo Rey  se iban de excursión patriótica al Lara para dejar las cosas claras. La resaca  le tocó de refilón a Camilo José Cela que hizo una estupenda adaptación. El hijo y heredero de don Camilo vería con buenos ojos la recuperación. Quizá José Luis Gómez, cuarenta años después, ya no esté para hacer de Arturo; pero el concurso de su dirección es necesario e irrevocable.

El Español; Alfonso Sastre y ARTE NUEVO.
Más rumores que, con frecuencia, como decía Paco Umbral, son más fiables que las noticias. Pérez de la Fuente prepara con el concurso de José Luis Garci una recuperación del Arte Nuevo; los manifiestos, las obras que en 1948 plantearon la redención del teatro español, la necesidad de demolición de lo viejo y el imperativo de la vanguardia. Tres nombres  y tres obras componen el proyecto de Garci;  Cargamento de sueños, de Alfonso Sastre; Un tic tac de reloj, de Alfonso Paso y El hermano, de Medardo Fraile.
 Aunque hoy parezca imposible, los dos Alfonsos firmaron  juntos con José María de Quinto el TAS. (Teatro de Agitación Social) Paso, actor, hizo el protagonista de Cargamento de Sueños. Después se fueron por caminos distintos; Sastre, vapuleado por la censura, hacia el teatro “imposible”, el más perdurable posiblemente de la segunda mitad del siglo XX español, sin olvidar a Buero Vallejo, por supuesto; Paso, hacia la negación absoluta del teatro que defendía. Más tarde, según fuentes próximas a la plaza Santa Ana, vendrá Sastre en solitario; una tragedia compleja aún sin decidir.
Pérez de la Fuente ya tiene experiencia en el exiliado de Hondarribia. Cuando era director del María Guerrero, el Cdn le vetó Dónde estás Ulalume. Ya en la empresa privada, la montó por su cuenta  con un gran equipo y un gran éxito: Zutoia Alarcia, Chete Lere, Camilo Rodriguez, escenografía de David de Loaysa y vestuario de Javier Artiñano.  
Salomé; la vuelta de  Victoria Vera.

Por fín ya tiene fecha de estreno la esperada Salomé, de Victoria Vera y Jaime Chavarri. Me lo confirma Isidro Leyva, el productor que se ha dejado la piel y casi la vida en el empeño: el dia 17 de octubre en Castellón. Luego, en invierno, vendrá a Madrid al Fernán Gómez. Ficha artística y reparto muy notables. Traducción, versión y dirección de Jaime Chavarri; espacio e iluminación, David de Loaysa. Reparto, Victoria Vera, Ana Marzoa, Manuel de Blas, Carlos Iniesta….  

viernes, 3 de julio de 2015

ALMAGRO CAPITAL MUNDIAL DEL TEATRO.


Un genio anda suelto; José Luis Gomez.
 Entre Manzanares y Almagro nos armamos el follón. Llegada a la capital del teatro tras ligera excursión involuntaria por la llanura manchega. Antonio el de los apartamentos rurales Arroyo que, en trance de necesidad, descubrí el año pasado nos espera. De nuevo a la, buhardilla de Lope de Vega. Hay otros de nombre acorde con el Festival: aposento Tirso de Molina, lugar Calderón de la Barca, territorio Cervantes. Los teatreros hacen cola para ocuparlos.
Chinarro el magnífico actor casi retirado al que veo en todos los estrenos de Madrid, un sabio de la escena, con unos amigos ocupa los dos últimos Almagro es un gran teatro con muchos espacios escénicos, un gran teatro del mundo con casi diez mil espectadores. Estoy  en el epicentro, a pocos minutos de la plaza y del Corral de Comedias. Excelente programación de Natalia Menendez y Premio Corral de Comedias, el decimoquinto, para José Luis Gómez. Unir, Universidad on line de la Rioja organiza el encuentro de críticos.
Gran fiesta en torno a José Luis el que en los setenta regresó de Europa. Para mí hay un antes y un después desde el montaje de La resistible ascensión de Arturo Ui. Nos enseñó a ver y a hacer teatro: director, actor, gestor. Y desde hace poco Académico de la Española. Fernán Gómez fue el primero que usó en la Academia con verdadero  orgullo, la palabra Cómico, con mayúscula. El segundo, José Luis Gómez. Primer fruto como académico: Cómicos de la lengua, una nueva manera de ver y decir el castellano arcaico, Cantar de Mío Cid, por ejemplo. Fundador de la Abadía,  referente incuestionable del teatro español y universal desde la Santa Transición que  trajo a España la democracia.
Lleno hasta la cazuela. Enseguida salta la alarma: diez sillas vacías en el escenario, lo que quiere decir que habremos de escuchar diez discursos: políticos y teatreros. Natalia Menéndez, majestuosa maestra de ceremonias,  alivia la cuestión. Pese a todo  la amenaza se cumple; diez discursos. Todo sea a mayor honra y gloria de este genio del teatro, genio en sentido estricto; o sea la inspiración trabajada, elaborada, sin fisuras.
Tuve el privilegio de presenciar un ensayo de Gómez en la Abadía. Si hubiese sido actor se me habrían quitado las ganas. Los actores, en cambio, estaban encantados. Sufrientes y encantados. Esta es la aparente contradicción de este hombre que nada confía a la improvisación, un desastre doméstico y cotidiano; un cartesiano, un sargento de hierro metódico e inflexible en el teatro. Para él, el actor no es  un vehículo a través del cual se  manifiesta el director; el actor es una fuente de misterios  creativos. José Luis Gómez, ¿paradoja del comediante o Método de Strasberg? Un dia escribiré sobre esto. A lo mejor la  disquisición es superflua.´

Fuente Ovejuna; un depredador.

Colosal espectáculo: Fuente Ovejuna en la plaza del pueblo. Combates, caballos, un Comendador chulo y violador: un depredador; unos doscientos intérpretes, el pueblo de Fuente Ovejuna en los distintos planos del escenario. El Comendador es linchado por un pueblo que cree más en los Reyes y el honor  que en la justicia: ¿quién mató al Comendador? Fuente Ovejuna lo hizo. Gran despliegue de masas a pleno ritmo y dos pueblos hermanados, Almagro y Fuente Ovejuna. Y Lope grande; pero tramposo y manipulador como siempre. Solapa la violación de Laurencia para que, en aras de la virtud, esta llegue virgen al lecho nupcial. Un contradiós de Lope, el Príncipe de los Ingenios.   Lope y la Monarquía Absoluta y la Inquisición. Y siempre grande, aunque escribiera en necio. Buen aperitivo para la Jornada de la Crítica  en torno a los clásicos, de Unir.

jueves, 2 de julio de 2015

POÉTICA DRAMÁTICA DE GARRIGUES WALKER


Antonio Garrigues Walker ha estrenado en Unir Espacio, Escuela de actores, no sé si su obra más ambiciosa, pero sí la que reúne las características más acusadas de su teatro, al menos del teatro que yo conozco: Méritos y culpas. Antonio Garrigues Walker es poeta sobre todas las cosas. Y un jurista de fama internacional, lo cual no tiene nada que ver. O sí, depende de cómo se mire. El manejo del lenguaje del jurista supongo que ha de ser preciso y esa precisión, la falta de retórica, es un componente esencial de la poesía.  Creo que era Stehndal quien recomendaba la lectura de no sé qué códigos legislativos para depurar el estilo. Admiro la poesía de Antonio Garrigues y la poesía es el fundamento de su teatro; y posiblemente de todo el teatro.
 Un teatro poético no es necesariamente un teatro lírico y literario, sino un teatro de ideas, un teatro intelectual y de alguna forma metafísico. Por la escasez de acción y de trama parece un teatro fácil, pero no lo es. De un lado reivindica la esencialidad de la palabra; de otro, el ritmo interno del discurso  dramático. Requiere por ello una dirección fuerte y una interpretación muy aquilatada, sobre todo en un texto como este, Méritos y culpas, que cuenta con once intérpretes.
 El título  descubre su naturaleza: un existencialismo irónico a veces; amor, comprensión, soledad, egocentrismo, “el reino glorioso de la nada”. No es un teatro de caracteres, sino un debate de ideas, un teatro dialéctico; lo cual en el aspecto interpretativo simplifica las cosas.  Además en su grupo  Garrigues cuenta con actrices/actores con mucho fundamento, aunque profesionalmente se dediquen a otras cosas de más ringorrango y más valoradas por la sociedad: Elena Herrero-Beaumont, Lupe Barrado, Carlos Rodríguez Braum, Johny Aranguren. Las nuevas incorporaciones están a su altura, con el desparpajo natural que les falta a algunos profesionales: Mónica Bertett, Rosa Espín, Rafael Beneyto, Manuel Melgar, Carmen Pina…..
Se resiste Antonio Garrigues Walker a “profesionalizar”, entre comillas, su teatro de cámara en el que periódicamente hace su función. El teatrillo de Garrigues Walker es heredero de El Mirlo Blanco de los hermanos Baroja por el que aterrizaban a menudo Azorín, Valle Inclán, Rivas Cherif, Manuel Azaña..... Fue una referencia teatral del 98, aparte naturalmente Valle, que no es referencia de nadie salvo de sí mismo: el mayor genio literario del XIX y el XX. Con quien más afinidad tiene Garrigues es,  salvando la distancia insalvable de García Lorca, con los del 27, ala profesoral: intelectualismo,  experimentación, cierto desdén por la comercialidad, poética dramática y, en líneas generales, modalidad de teatro corto, aunque hay excepciones.
 Este año Garrigues ha ampliado el campo a la sala Unir y en esta tarde que ya forma parte del calendario teatral más asentado de la capital de España, se dio cita todo Madrid; teatreros como José Luis Gómez, Sanchis Sinisterra, Ignacio Amestoy, artistas plásticos y  escenografía y  la escultura representada por Esperanza D,Ors. Y más gente de la farándula en hermandad con la judicatura,  las letras, Luis María Anson, y las finanzas. Y quien esto firma, naturalmente.

Los manifiestos revolucionarios de los dos Alfonsos.

 Algunos se han sorprendido de que en mi crítica en el periódico El Mundo sobre Usted puede ser un asesino atribuyera a Alfonso Paso condiciones  de teórico y revolucionario. Y que, en consecuencia, fuese cómplice de Alfonso Sastre en algunos manifiestos de 1948. Fue así,   aunque luego Paso hiciera todo lo contrario en teatro y en política evolucionara hacia una derecha extrema, más extremosa que la izquierda de Sastre. Y ahí está Alfonso Paso que era buen actor, haciendo el papel principal de Cargamento de sueños, primer texto de Alfonso Sastre. Luego sus caminos se bifurcaron de forma irreparable. Paso llegó a tener en cartel media docena de obras; a Sastre la censura lo molió a palos, hizo un teatro imposible, hasta convertir, probablemente, en el mejor autor español de la segunda mitad del siglo XX. 

miércoles, 1 de julio de 2015

El PATEO QUE VUELVE.


El triunfo de la libertad
Hace  pocas semanas celebraba yo un pasaje de la función de Valery Tellechea y J.P.Carrión en la Sala Umbral de Primavera: un furioso pateo de Carrión. El otro dia lo viví de verdad, no como elemento escénico. Es decir, un  pateo en el patio de butacas. A la gente  empiezan a soltársele los pies. Ha  sido en el Valle Inclán. Y  parte del público se lo tomó muy mal.    A El triunfo  de la libertad la menearon. Fue un meneo moderado, lejos de los tempestuosos  pateos de antaño.

 El malestar que insiste.
Los cines Luchana se han convertido en teatros. Un bar fastuoso, un vestíbulo estupendo para acceder a la taquilla, varias salas. Todo estupendo, pero los arquitectos se han olvidado de los minusválidos y los cojos; acceder  alguna de las salas es como coronar el Everest. Deben cuidar también la insonorización, al menos en la sala 4, porque los ruidos llegan de todas las partes. Minucias y ¡viva el teatro!. Fui a ver El malestar que insiste, de Eduardo Recabarren, que ya ví hace tres años. Texto duro, sin suavizar unos caracteres extremos pero muy bien dibujados: una madre histérica y castradora (Laura Cepeda), un muchacho, su hijo, que busca la  libertad que le niegan (Victor Martínez) ; un esposo que le da a la priva y abandona la familia (Rodrigo Posión), una hermana internada en un psiquiátrico  con severa depresión, que pinta (Camino Texeira).  Un cuadro que nadie entiende, El malestar, es la dura metáfora de la obra. Hay que celebrar la vuelta de Laura Cepeda a los escenarios, largamente alejada de ellos. Cepeda es una actriz que no puede, que no debe perderse. Ella y Rodrigo Posión, espléndidos los dos, son  el apoyo de dos jóvenes que tienen mucho que decir si siguen por este camino: atención a Víctor Martínez y Camino Texeira.