lunes, 8 de septiembre de 2014

TEATRO; PEREZ DE LA FUENTE EN ESTADO PURO .

Nota de actualización; Juan Carlos Pérez de la Fuente, genuino, declara que mientras él esté en el Español no sólo no habrá privatizacíón, sino que ni se hablará de ella. Diálogo con las salas alternativas y con las 200 personas u organismos que hacen antesala para una entrevista solicitada. Viene bravo el gran director de Talamanca de Jarama. Y suele cumplir sus promesas. Temblad, malditos. Y defensa del autor español.
Juan Carlos Pérez de la Fuente ha estado sembrado en unas declaraciones al periódico el Mundo. Juan Carlos en estado puro. El actual director del Teatro Español tiene una capacidad agitadora inusual; es un don, que resulta magnífico incluso cuando lo utiliza contra él mismo, quiero  decir para agitarse a sí mismo contra todos. Ha bastado que una sagaz entrevistadora como Esther Alvarado practicara el suave ejercicio de la mayéutica socrática para que Juan Carlos Pérez de la Fuente haya dicho, lo que muchos queríamos oir: “mientras yo esté aquí, en el Español, nadie osará hablar de privatización”. Aunque una cosa es hablar y otra hacer, vale. Tomamos eso como promesa y juramento de que ni el Español ni los teatros municipales serán engullidos por la voracidad privatizadora de doña Botella.

Le tomamos la palabra de hidalgo castellano a Pérez de la Fuente que, en su anterior gestión del CDN hizo algo más que sanear las cuentas: hizo muy buen teatro rescatando obras y autores españoles en la picota. Teatro abierto sin sectarismos. Hasta trató de poner a Alfonso Sastre, doy fe pues estaba cerca, y no le dejaron; también doy fe de que, tan pronto como pudo, ya en la empresa privada, cumplió su objetivo poniendo Ulalume,dónde estás Ulalume, un memorable montaje sobre Poe el maldito.

Las declaraciones a Esther Alvarado dan para mucho. Pero me quedo con la asunción del compromiso de no privatización. Había una cierta alarma social que Pérez de la Fuente ha cortado en seco; y en húmedo. Natalio Grueso, al manifestarse las primeras amenazas privatizadoras, dijo: “no conmigo”. O “por encima de mi cadáver”. A  lo que algún politiquillo con ínfulas de Fouchet y Talleirand a la vez, respondíó por lo bajini: “pues a lo peor es sin él y por encima de su cadáver”. Y Natalio Grueso dimitió. Juan Carlos Pérez de la Fuente ha despejado dudas: “Mientras yo esté no se hablará de privatización”. Si así fuere, que Dios se lo premie; y si no se lo demande. Yo he estado convencido siempre de que Pérez de la Fuente es un hombre d honor.  Claro que, según la citada entrevista, el director del Español tiene pendientes de atender 200 peticiones de entrevistas. No cuentan, supongo las oficiales. De ahí puede salir cualquier cosa.

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