viernes, 29 de agosto de 2014

SALUTACION A COLMENAR VIEJO. CON LA VENIA, SEÑOR ALCALDE.


Con la venia, señor alcalde. Vuelven las cosas donde solían; o sea desde Bilbao a Colmenar Viejo. ¡Viva el toro! En tiempos Joaquín Vidal, Carlos Ilián, colateralmente Paco Apaolaza y, por colmenareño de adopción, este servidor, queríamos hacer de este pueblo serrano  la gran reserva torista de la CAM; la reserva torista del mundo entero.  Volveré a  La Corredera, o a su recuerdo, que tampoco hay que pedirle a la vida, ni a nadie, lo que sospeches  no te   puede dar. O no quiere. Esa aspiración de Vidal, Ilián, Villán y Apaolaza, era una gran objetivo, pero ¿respondía a los deseos  de los aficionados de Colmenar? Éramos, sin duda, los mejores y los más beligerantes, sin giros vertiginosos de veleta ni  intolerancias, y corresponsables de una tauromaquia más o menos pura. En activo sólo queda Carlos Ilián, defendiendo  la plaza inexpugnable de Marca. Colmenar Tierra de Toros. ¿De verdad? Esperemos la corrida, aleatoria, y las dos novilladas éstas sí con novilleros punteros.    

Rara y complicada Aste Nagusia de  la que sólo me queda claro la guerra civil entre partidarios de Matías González y detractores. “Con las que has montado tú en Bilbao”, me reprochó un miembro del jurado amigo mi negativa a que el Premio Paquiro a Enrique Ponce fuera compartido. En realidad dijo algo menos elegante, pero da igual. Me confirman que el  frente anti Matías cuenta con la potentísima fuerza de Leopoldo Sánchez, el tío de José Ignacio Sánchez, una institución salmantina en Euzkadi, un poder fáctico. A mí me da igual; tengo afecto y respeto a Leopoldo Sánchez, pero de él lo que más me gusta es la vieja izquierda memorable y depuradísima de su sobrino José Ignacio. Nadie me da razón sobre la actitud de Juan Manuel Delgado, por mejor nombre el Averías - no sé sí las produce o las arregla- determinante en la Junta Administrativa, y procedente, creo, del sindicalismo  de LAB.

Con la venia, señor alcalde; voy a participar en todo lo participable de estas Fiestas de los Remedios. De momento, lo inmediato es ir  a la procesión de la Virgen que baja de su santuario a presidir el jolgorio. El señor cura subastará  entre los vecinos más pudientes el privilegio de portar las andas de la Virgen sobre sus hombres. La Iglesia, siempre  repicando y en la procesión. Como en los toros. Los Papas prohibían las corridas en tiempos de Felipe II; pero celebraban a sus santos y sus vírgenes con corridas A Beneficio. No me he perdido, en 25 años, procesión de santo o virgen en las Ferias Taurinas de Iberia. En todas ellas, menos en Colmenar, me han robado la cartera. Todo un detallazo: se quedaban con la pasta y me devolvían los documentos, incluido el pase de los toros. Robacarteras honrados y elegantes, “pintores” de Valladolid. Eso no lo hace ningún político español.

 Salud y suerte, buenas fiestas y que corra el vino de la concordia y el armisticio entre todos los colmenareños, taurinos y no taurinos, de izquierdas o de derechas, toreros malgastados y novilleros en ciernes. Sin el toro, difícilmente se entiende esta tierra, así llamada precisamente, “tierra de toros”. Que esta denominación siga teniendo sentido. Salud, pues, y como diría el infame Ubu Pujol, que roba a su patria Catalunya, desprecia al resto de los españoles e insulta a los andaluces, y a todo charnego que ayudó al progreso catalán tanto como él, sin robar,  “salud y forza al canut”. Entre paréntesis, aunque Ubu Pujol sea un infame, protegido por el Borbón y los sucesivos gobiernos centrales, no tiene la culpa de que los toros hayan desaparecido en Barcelona. Pregunten  a Balañá.

 Bien mirado, paisanos de Colmenar, los carteles no están tan mal, pensando que podían haber sido peores: dos novilladas de novilleros punteros y una corrida de toros, cuyo cartel no es el mejor que pudieran ver los siglos, pero vale.   La Feria de los Remedios de este año induce a una seria reflexión sobre el porvenir de la Fiesta. Y sobre un modelo de gestión. A los partidarios de lo público por encima de lo privado, entre los que me cuento, la gestión municipal de una Feria corta como la de los Remedios, nos parece lógico y beneficioso.

El año pasado, la experiencia piloto probablemente, resultó costosa. No sé cuánto de costosa, y la oposición de izquierdas, antitaurina quizá por desconocer la tradición taurófila de la izquierda tradicional, se le tiró a la yugular al señor Alcalde del PP. Vivo gran parte del año en Colmenar Viejo, pero desconozco los tejemanejes  políticos municipales.  Supongo que la oposición  considera los toros una expresión  franquista de la derecha y, en el mejor de los casos, una  barbarie; lo cual es una bobada.  Sea cual sea el resultado y los balances, la oposición de una izquierda burocrática,  apenas reconocible para los veteranos de  trinchera, seguirá tirándosele a la yugular al señor alcalde de derechas. No está escrito que las fiestas patronales hayan de ser  negocio para nadie, aunque tampoco es obligatorio que tengan que ser un despilfarro. A quienes anduvieron en las trifulcas iniciales    de Izquierda Unida, con un PCE destrozado más por las maldades de Carrillo que por la habilidad de la derecha, estas cosas municipales les  hacen sonreir un poco.

Vienen las Fiestas de los Remedios, disfrútenlas ustedes y sea este el pregón espontáneo de un colmenareño de adopción: a mal tiempo buena cara y a quien dios se lo dé la Virgen de los Remedios  se lo bendiga, El análisis taurino de las corridas, quédese para más adelante; justo para los días de Feria. Tengo la Corredera a un tiro de piedra de mi casa.

 

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