miércoles, 30 de julio de 2014

VALENCIA. (III). PEÑA LOS MACHACOS Y LA III GUERRA MUNDIAL.


Machacos.

Los Machaco, peña antisistema, aunque la presida un juez ya jubilado, Mariano Tomás Benitez,  se  curó en salud y este año declaró, antes de la Feria de Sant Jaume, desiertos su principales premios. Sin embargo, el Jurado de la Diputación, cada vez más y gaseoso y evanescente, se ha apresurado  a declarar triunfador a Miguel Abellán. Eso está muy bien  pues Miguel Abellan anda últimamente entre el síndrome de mira quien baile y mira quien muere. No hay tarde que el toro no le dé una buena zurra y lo mande a la enfermería de la que sale con más apariencia de muerto que de vivo, justo en el momento oportuno. No es el único;  JT en Granada salió a matar su  toro que Finito de Córdoba había `pinchado ya dos veces. Cambiar revolcones por orejas está empezando a ser costumbre perversa. Todo el mundo, menos el propio Rafaelillo seguramente,, un coloso sin el añadido de desmayos y crucifixiones, creía que el murciano, tras su faenón al Cuadri, sería el triunfador. Pero no fue así; le faltó quizás una cornada, una puesta en escena trágica. De habérmelo dicho yo lo hubiese asesorado sobre el arte de interpretar;  o Fernando Muñoz que con Mayty se pasa la vida entre Valencia y el Foro  viendo teatro. Mas parece que esas lecciones de interpretación Abellán no las necesita.

 Los Machacos han cambiado sus normas este año, y han admitido en una de sus cenas tradicionales a una mujer: Anya Bartels una mujer alemana y fotógrafa. Excelente fotógrafa y supongo  que excelente alemana; la pasión alemana por JT.  Me parece muy bien esa apertura, pero hay  que tener cuidado, pues aunque sea entre amigos,  en el momento en que se miente a JT, puede declararse la III Guerra Mundial. Estando presentes Juan Manuel Mompó y Mariano Tomás la posibilidad de un armisticio siempre es posible. Pero conviene no tentar al destino pues  sabido es que lo carga el diablo. La I Guerra fue el magnicidio de un Archiduqe; la II, la necesidad de espacio vital para el III Reich. Sólo nos bastaba, para una tercera conflagración, el mito de un torero. Pudiera ser. Aunque mientras se mantengan Juan Manuel y Mariano Tomás al frente, el riesgo disminuye.
 
 Además el otro dia decubrí las dotes diplomáticas de Marcelino, el portavoz de los Machaco y la mesura de Carmelo, el cocinero. Y me reafirmé en que  Javier Mompó no apaga los fuegos con gasolina, sino que es la conciencia más radical de la peña y, si me apuran, de la mejor afición valenciana, con mucho temple.  Lástima que no estuviera Enrique Amat, al que llaman el Pluma por su condición de periodista, para levantar acta. Como Enrique Amat no estaba levanto acta yo.

Si en el anterior ágape, víspera de Fallas, describí a Marcelino, el portavoz, como el polifónico, dada su múltiple y diversa capacidad expositiva, hoy lo propongo  como Embajador Plenipotenciario  de la diplomacia machaca. Con Carmelo de secretario personal y escriba. Con independencia de los gustos y aficiones por un torero u otro, la cena fue un milagro: gastronómico, taurino y si me apuran político. No estalló la III Guerra Mundial, lo cual a las cuatro de la mañana, es digno de reseñar y la cena de Carmelo, fue de cinco tenedores. Mientras atendía a los fognoes, no podía atender a la discusión; mejor.
 David Loaysa, invitado también, al que los toros le traen al fresco, pues es teatrero y fallero y escenógrafo, resumió algo que, bien mirado, pudiera ser digno de Manuel Mompó y Mariano Tomás; “No habeis hablado de toros, sino de mitos y de dioses. Y un mito, un ser público, un dios como parece ser JT, tiene la obligación de aceptar críticas y reproches.  La cosa no es solo aprovecharse del tirón de la fama, sino aceptar también sus servidumbres”. Lo que quedó  meridiano y diáfano es la diferencia entre la dialéctica germana y la mediterránea.  Es como la diferencia entre el toreo sevillano y una capea.

La Diputación ha publicado hace poco hace poco un espléndido libro en el que  se recoge el  pensamiento taurino de Mariano Tomás, silente casi toda la noche, sus artículos  en Levante, Las Provincia y El Sol. Y sus libros que aúnan el rigor del magistrado y la fluidez de un periodismo fresco y bien hilvanado, su tauromaquia joselitista, (Miguel Arroyo), la larga secuencia de una vida de aficionado.  Como en términos estrictos no hemos hablado de toros, le prometo leerlo esa misma noche o al dia siguiente antes de que empiecen las sesiones del Congreso Taurino y otras Artes en la UIPM.  Aunque buen parte de esos artículos Toreajes ya los conozco; incluso me sirvieron como base de conversación con José María Aragón, su amigo del alma y cirujano de plaza,  en cálidas noches como ésta,  un poco menos turbulentas.
 En próximas entradas del blog, analizaré la razón o sinrazón del nombre de esta peña que he calificado de antisistema, a pesar de que la presida un magistrado, y su tesorero sea un hombre honrado sin fondos que malversar.  Y aunque los hubiera, tampoco. Machaco, Machaquito. Anís o torero. A las cuatro de la madrugada, el último Machaco sabe a gloria.    

 

  

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