miércoles, 28 de mayo de 2014

SAN ISIDROS. JURO QUE HA SIDO EL MAYO MÁS EXTRAÑO DE MI VIDA.

Es verdad; el mayo más raro. No he cantado el "venid y vamos todos con flores a porfía, con flores a Maria que madre nuestra es". He hecho novillos más de una tarde en los toros de San Isidro. Y ni siquiera quise celebrar la Fiesta del Trabajo del dia 1; no porque no crea en el trabajo y en sindicalismo, sino porque he dejado de creer en los sindicalistas: amarillismo no es decir nada y, a lo peor, es inexacto: mierda de sindicalistas putrefactos. Entenderán ahora, tras mi recuerdo de largas charlas con Marcelino Camacho, por qué me declaro "sindicalismo póstumo". A Marcelino lo llamaban para algún programa de televisión, lo breaban  y si se terciaba zurraban también a Nicolas Redondo.  Ana Merino, que trabajaba en cultura,  esperaba a Marcelino y se lo traía a cenar a casa. Era una melancolía activa y beligerante de cárceles y jerseys de cuello alto.

Tampoco pude secundar el boicot contra Coca Cola, porque creo que la cuestión ha sido de las embotelladoras, no de la marca. Y lo más importante; porque Marcos de Quinto, Juan José Litrán y José Núñez saben que no bebo Coca Cola, que soy un pervertido por el Rioja, el Ribera del Duero, el Verdejo y el Cigales, según vengan dadas y según la hora. No niego las condiciones terapéuticas de la Coca Cola mezclada con güisqui mejor, sobre todo para la resaca. Pero la resaca es ya un lujazo que difícilmente me puedo permitir. Por eso, cuando me encuentro con  Marcos de Quinto, hablamos de teatro, de su padre José María de Quinto, que fue un revolucionario de la escena y de ahí creo le viene su pasión por la Farándula, que ha inoculado en la Fundación Coca Cola de España el veneno del teatro. También hablamos de sindicalismo y he llegado a entender aquello casi ininteligible hace unos meses de "este conflicto no es el mio". Entiendo menos, de ser exactos los términos que conozco,  por qué  los sindicalistas embotelladores rechazaron la propuesta conciliadora.

Han empezado las primeras reuniones los jurados de los Premios Buero Vallejo que sostiene y patrocina la Fundación Coca Cola de España, igual que el premio Valle Inclán, el más importante de la cristiandad y la morisma farandulera. !Viva el teatro escolar, Viva el teatro aficionado!, como vivero del gran teatro del porvenir. Y !viva también la gran Fiesta del Teatro! Por eso,  y me temo que con cierta amargura, cuando me encuentro con Marcos de Quinto y algunos amigos tratan de darle el sablazo teatral, le leo el pensamiento; "A ver qué dicen los sindicalistas".

Pero mayo está terminando bien, aunque haya sido raro y neurasténico: anteayer se estrenó La Argentinita, escrita a medias con Diana de Paco, con la dramaturgia de un gran director, Santiago Sánchez, de L,Om Imprebís. El dia 31 firmo ejemplares en la caseta de Almuzara de mi libro Historias golfas el Café Gijón, recien salido. Y por culpa de unas fotos de Maite Túrrez, he culminado el más sintético y tembloroso poemario de mi vida, que la sagacidad estética de Carlos Abella ha expuesto en la sala Antoñete: Diálogo con el vestido de torear. Me temo !Ay! que cuando vean las fotografías, nadie parará mientes en los poemas o poemillas.. Como ocurrió exactamente en la exposición. Pese a todo, gracias Carlos, gracias Maite. Hoy se entrega a Enrique Ponce el premio Paquiro compartido con Bilbao, que patrocinan Caixa Forum y Telefónica. Me temo que voy a perderme los Ibanes o, por lo menos, una  parte de la corrida. Hoy el gran cartel está en el Paquiro. Como el lunes estaba en el María Guerrero con  Esplá (Sánchez Mejías) y Ponce (Joselito el Gallo)

San Isidro (XVI).

Me voy al Paquiro. Tal como va la tarde ¿para qué esperar más en Las Ventas del Espítu Santo?. Ha parado de llover. Pero da igual; el primer Iban, potable. Pero estos no los ibanes. No se comen a nadie, aunque tienen un punto de raza, raza paradísima en el cuarto de imponente arboladura, que desconcierta a los toreros. De salir los ibanes de verdad ¿qué hubieran hecho Robleño, Bolivar y Pinar?. Pues lo mismo: nada. Salen toros dificultosos, cierto. Pero salen toreros incompetentes. Espero a ver cómo Robleño entra a matar y sortea la empalizada pavorosa del cuarto.
Nada. Se ha aplaudido a un picador Alfonso Doblado por hacer aspavientos con la pica y llevarse luego una costalada. Madrid

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