viernes, 30 de mayo de 2014

SAN ISIDRO.TARDE DE HULE Y HEROES. ABELLAN A SANGRE Y FUEGO


Joselito Adame pudo acabar también en manos de don Maximo, como acabaron Paco Ureña y Miguel Abellán. Pero el mexicano aguerrido como un dios del sol, se libró por técnica, valor sereno y firmeza ante los espíritus perversos  de sus toros. Torería, que es algo más que valor a secas. En esas circunstancias, el héroe  de la tarde fue Miguel Abellán que merece capítulo aparte. La oreja, a sangre y fuego; más de sangre y de fuego que de oro; pero esas orejas valen más
 Como un Ecce Homo, como un Cristo recién escapado de los sayones; así se retiraba Miguel Abellán a la enfermería. Tras una paliza imponente del toro de Montecillo que lo breó a cornadas y a patadas. Abellán estuvo muy valiente toda la tarde y fuera de sitio, o al descubierto, en algunos momentos. Por ahí vino la cogida y unos cuantos desarmes que, después de una delicada operación quirúrgica muy delicada de riñón, pudo resultar  fatal.
Fatal es, sin embargo, tener que irse al hule cuando se viene a la primera plaza del mundo con ganas de comérsela; iba por el callejón como un boxeador noqueado y agarrado a las cuerdas para tenerse en pie.  Su imagen de Cristo crucificado, azotado y coronado de espinas es la imagen de un torero macho. Por prodigiosas que sean las manos del doctor García Padrós, la paliza, los pisotones, las patadas y los tornillazos del toro de Montecillo, deslucido y desrazado como toda la corrida, no se los quita ni dios; libró limpiamente dos largas cambiadas de rodillas, un lance habitualmente estrafalario e innecesario, esta vez  dibujado limpiamente. La cogida vino al destaparse en un muletazo y  conste que no fue culpa del viento.
Abellán se fue al hule y se levantó de él huyendo de las manos de los doctores.   Salir de la enfermería para enfrentarse a una mole de 600 kilos es un gesto de vergüenza torera; bordó el toreo de capa y  con la muleta aguantó el chaparrón de un toro hosco y sin la mínima educación, que lo quería coger como lo había cogido su compañero de encierro. Tarde  aciaga que Abellán convirtió en gloriosa y Paco Ureña remató en la enfermería.
 En el mismo lugar pudo terminar  Joselito Adame, al que, pese  a sus dotes lidiadoras, el tercero lo llevó por la calle de la amargura y  a la cuadrilla también. Un barrabás asesino que se arrancaba contra todo lo que se movía menos al toque de  la muleta.  Y sin embargo fue el noble, pastueño y aparentemente inofensivo cuarto, el que se la pegó a Paco Ureña. Tampoco fue culpa del viento. Ureña, el estilista y clásico Ureña, perdió el sitio y cuando un  torero pierde el sitio en la lidia,  ese lugar lo ocupa el toro y lo que es peor la cornada.
 Paco Ureña, un estilista, ausente de muchas plazas y de muchas  ferias;  y yo confieso  que es un torero que merece mucha  atención.  Al menos tiene la mia, que no vale de mucho; pero a mí me conforta. La cornada le llega a dos dias de su segundo ajuste en San Isidro, el domingo. Adiós a la ilusiones de todo un año. Los dioses son así de vengativos.  Auguro  que, contra sus muletazos de alta escuela, los dioses no han de poder siempre. Como no pueden contra el guerrero azteca Joselito Adame

jueves, 29 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. LA NOCHE GRANDE DE PONCE Y LA TARDE DE TALAVANTE



Han sido unos  días triunfales de  Enrique Ponce, una vez recompuesto de los  desperfectos del terrible cornadón de Fallas; “creí que me moría, esperaba el derrote de la muerte”, dijo ayer en un memorable discurso al recibir el premio Paquiro, de Jaume Giró, director General Adjunto de la Caixa. Creyó que se moría y mi recuerdo de aquella tarde es un Ponce, por su pie a la enfermería, tranquilizando a la gente y, sobre todo a la familia, por si lo estaba viendo en el Plus: “estoy bien no pasa nada”. Y acababa de ver la muerte cara a cara que aun estaba agazapada entre los desgarros de su carne, antes de llegar a  manos de los médicos. Esa sensación de equilibrio, esa poética del arte y el dolor es la que transmitió ayer en una pieza oratoria magistral que, como Bergamín en célebre libro,  podría haber titulado La claridad del toreo. Fue el discurso de un filósofo y de un tratadista del arte: equilibrio, luminosidad del estoico.  Angel de luz bergaminiano, del clasicismo apuntando a lo románico.

La otra noche de gloria de un Ponce insólito había tenido lugar dos días antes, en el  María Guerrero, que viene a ser como la Maestranza o las Ventas del teatro, donde  había desempeñado el papel de Joselito el Gallo, con Luis Francisco Esplá en el rol de Ignacio Sánchez Mejías. Y el doctor Villamor, su médico, de Jorge Guillén. Y José Manuel Seda, como Federico. Y María Távora, María Toledo, Antorrín….Noche grande con el teatro en pie…Pero de eso ya han hablado los periódicos, las radios y las televisiones.

Hoy lo que importa es el Paquiro,  en su octava edición, cuya ceremonia ofició  Vicente Zabala de la Serna; con eficacia de buen capotero le puso el toro en suerte a la diplomática y sagaz prosa de Fernando Almansa, de Telefónica y presidente del jurado, y a la más sentimental y romántica de Javier Aresti, el otro premiado. En los duros  debates del jurado hubo dos candidaturas y con ello no descubro ningún misteri, aunque  las deliberaciones han de ser secretas como las de los Consejos de Ministros: ya ha sido publicado. Una que, en minoría apoyamos    algunos, defendía  un premio único e indivisible, para Enrique Ponce. Otra, la ganadora, se inclinaba por un premio compartido con la Junta Administrativa de la plaza de toros de Bilbao. Los argumentos llegaron a ser casi bizantinos; pero ganó la candidatura dúplice  y no hay más que hablar.

Del premio a la Junta se beneficia Bilbao como gran baluarte de la Fiesta en el País Vasco.  Javier Aresti que en la comida estaba a mi lado, al finalizar, contento naturalmente por un respaldo muy mayoritario, me ofreció presentar el apartado de una corrida en las próximas Generales, cosa  que ya hice años atrás con Luis Lezana. Naturalmente acepté con tal de que me permita, si llego a tiempo, elegir ganadería.

Ponce no es un apéndice de Bilbao, es Bilbao. Y ya que canta tan bien, ayer podía haber finalizado su modélico discurso entonando  la pieza de Weil  y Bertold Brecht,  Bilbao, Bilbao de la Opera de tres peniques. Y la capital vizcaína es el espíritu, la emanación y la unión hipostática de dos naturalezas entre lo humano y lo divino. Creo  que fue Fernando Almansa el que, sutil y filosóficamente, planteó ayer la cuestión Ponce-Bilbao: “una unicidad dúplice o una duplicidad única e indivisible”. Brillante dialéctica  que acaba con cualquier duda sobre la significación del doble  galardón.

El Paquiro, en memoria del gran torero y gran legislador de la tauromaquia,  nació hace ocho años por iniciativa de Luis María Anson y Luis Abril, segundo  jefe entonces de Telefónica de España. En el primero, otorgado a Sebastián Castella, se me ocurrió recitar un fragmento de Oda a Francisco Montes, Paquiro; In memoriam, de Reiner María Rilke y desde ese preciso instante, el Premio quedó bajo la advocación del gran poeta. Mas estas cosas necesitan otras advocaciones; por ejemplo, las pecuniarias y eso Luis María Anson lo ha manejado con soltura. La primera “advocación” y todas las siguientes fue la de Telefónica. La de estos días la comparten telefónica y Caixa Bank. La protección de Rilke nunca nos va faltar. Y la de Telefónica y Caixa, al menos de momento, tampoco.  A su "advocación" encomendamos nuestro espíritu. !Va por ustedes!  
San Isidro. (XVII). PESTE  DE TOROS.  Y TALAVANTE FUERA DE BILBAO

Peste de toros del Pilar. Pura ruina, bueyes; y ya se sabe que si en los páramos de España, como decía Miguel Hernández, nunca medraron los bueyes, menos aún medrarán en las plazas de toros. Y menos todavía    en las Ventas del Espíritu Santo. Los adefesios de Moises Fraile, carne de matadero y eso con condiciones y rigurosa inspección. Y mientras, Núñez del Cuvillo, el preferido de José Tomás en tiempos, de sobrero, de puto sobrero en la primera plaza del mundo. !Guárdete Dios de que un torero mítico o menos mítico te ponga bola negra. En Sevilla, no hace mucho, Manzanares indultó un Cuvillo y ayer a los del Pilar no pudo darles ni un pase. Manzanares ha heredado de su padre la estética, algunas virtudes como el temple y bastantes vicios que la plaza de Madrid no le perdona. La peor herencia manzanarista es esa: la hostilidad genética. Y eso no es justo.

 Decía el otro dia el ex alcalde sevillano de Madrid que los críticos somos volubles y caprichosos; y yo creo que José Maria Alvarez del Manzano, se guardaba palabras menos complacientes. Pudiera tener razón, pero yo creo que quienes cambian son los toreros; por ejemplo el Sebastián  Castella de ayer no es el mismo que aquel que premiamos con el Paquiro hace ocho años. Ni de lejos, aunque valor y casta siga teniéndolos  en grandes cantidades. Los cambios solo son explicables por la evolución de los toreros. Otra cosa es el cambio vertiginoso de criterio sin que el lector le encuentre fundamentos explicables. Eso es lo grave: las sospechas que el juicio aleatorio y veleta suscita en el personal. Un suponer; lo grave es hacerse tomista de religión y secta con el peor José Tomás, cuando este ha cambiado, de conciencia ética a conciencia financiera que hace el Agosto con una o dos corridas. Y luego pegar el pase cambiado sin que tampoco se vea claro el cambio. 

El último toro salmantino y la firmeza e inspiración de Alejandro Talavante estuvieron a punto de remediar la tarde en sus postrimerías. Enrazado, pero inválido de toda invalidez el animal: luminoso y creativo Talavante con la capa, intermitente con la muleta y espeso y pinchauvas con el estoque. Triunfo relativo, pues la oreja se esfumó  por la punta de la espada. Me alegro de ese triunfo relativo por Talavante; y por su apoderado Curro Vázquez.  A mí Curro, como torero,   me parece superior a todos sus poderdantes y eso es una manía, lo reconozco.  A Curro, como apoderado, algunos lo han culpado en exceso de lo que todos los apoderados hacen: facilitar la vida a sus toreros. De Curro  escribí el, posiblemente, mi mejor libro taurino: Curro Vázquez, sombra iluminada. No es propaganda, pues el libro está agotado desde hace años. Y como estrambote una pregunta a Javier Aresti, premiado ayer con la segunda parte del Paquiro: ¿Por qué no está Talavante en los carteles de la CC  GG de Bilbao?. Lástima, porque me hubiera gustado presentar su corrida; esa corrida sin definir que me viene ofreciendo afectuosamente Aresti.

 

miércoles, 28 de mayo de 2014

SAN ISIDROS. JURO QUE HA SIDO EL MAYO MÁS EXTRAÑO DE MI VIDA.

Es verdad; el mayo más raro. No he cantado el "venid y vamos todos con flores a porfía, con flores a Maria que madre nuestra es". He hecho novillos más de una tarde en los toros de San Isidro. Y ni siquiera quise celebrar la Fiesta del Trabajo del dia 1; no porque no crea en el trabajo y en sindicalismo, sino porque he dejado de creer en los sindicalistas: amarillismo no es decir nada y, a lo peor, es inexacto: mierda de sindicalistas putrefactos. Entenderán ahora, tras mi recuerdo de largas charlas con Marcelino Camacho, por qué me declaro "sindicalismo póstumo". A Marcelino lo llamaban para algún programa de televisión, lo breaban  y si se terciaba zurraban también a Nicolas Redondo.  Ana Merino, que trabajaba en cultura,  esperaba a Marcelino y se lo traía a cenar a casa. Era una melancolía activa y beligerante de cárceles y jerseys de cuello alto.

Tampoco pude secundar el boicot contra Coca Cola, porque creo que la cuestión ha sido de las embotelladoras, no de la marca. Y lo más importante; porque Marcos de Quinto, Juan José Litrán y José Núñez saben que no bebo Coca Cola, que soy un pervertido por el Rioja, el Ribera del Duero, el Verdejo y el Cigales, según vengan dadas y según la hora. No niego las condiciones terapéuticas de la Coca Cola mezclada con güisqui mejor, sobre todo para la resaca. Pero la resaca es ya un lujazo que difícilmente me puedo permitir. Por eso, cuando me encuentro con  Marcos de Quinto, hablamos de teatro, de su padre José María de Quinto, que fue un revolucionario de la escena y de ahí creo le viene su pasión por la Farándula, que ha inoculado en la Fundación Coca Cola de España el veneno del teatro. También hablamos de sindicalismo y he llegado a entender aquello casi ininteligible hace unos meses de "este conflicto no es el mio". Entiendo menos, de ser exactos los términos que conozco,  por qué  los sindicalistas embotelladores rechazaron la propuesta conciliadora.

Han empezado las primeras reuniones los jurados de los Premios Buero Vallejo que sostiene y patrocina la Fundación Coca Cola de España, igual que el premio Valle Inclán, el más importante de la cristiandad y la morisma farandulera. !Viva el teatro escolar, Viva el teatro aficionado!, como vivero del gran teatro del porvenir. Y !viva también la gran Fiesta del Teatro! Por eso,  y me temo que con cierta amargura, cuando me encuentro con Marcos de Quinto y algunos amigos tratan de darle el sablazo teatral, le leo el pensamiento; "A ver qué dicen los sindicalistas".

Pero mayo está terminando bien, aunque haya sido raro y neurasténico: anteayer se estrenó La Argentinita, escrita a medias con Diana de Paco, con la dramaturgia de un gran director, Santiago Sánchez, de L,Om Imprebís. El dia 31 firmo ejemplares en la caseta de Almuzara de mi libro Historias golfas el Café Gijón, recien salido. Y por culpa de unas fotos de Maite Túrrez, he culminado el más sintético y tembloroso poemario de mi vida, que la sagacidad estética de Carlos Abella ha expuesto en la sala Antoñete: Diálogo con el vestido de torear. Me temo !Ay! que cuando vean las fotografías, nadie parará mientes en los poemas o poemillas.. Como ocurrió exactamente en la exposición. Pese a todo, gracias Carlos, gracias Maite. Hoy se entrega a Enrique Ponce el premio Paquiro compartido con Bilbao, que patrocinan Caixa Forum y Telefónica. Me temo que voy a perderme los Ibanes o, por lo menos, una  parte de la corrida. Hoy el gran cartel está en el Paquiro. Como el lunes estaba en el María Guerrero con  Esplá (Sánchez Mejías) y Ponce (Joselito el Gallo)

San Isidro (XVI).

Me voy al Paquiro. Tal como va la tarde ¿para qué esperar más en Las Ventas del Espítu Santo?. Ha parado de llover. Pero da igual; el primer Iban, potable. Pero estos no los ibanes. No se comen a nadie, aunque tienen un punto de raza, raza paradísima en el cuarto de imponente arboladura, que desconcierta a los toreros. De salir los ibanes de verdad ¿qué hubieran hecho Robleño, Bolivar y Pinar?. Pues lo mismo: nada. Salen toros dificultosos, cierto. Pero salen toreros incompetentes. Espero a ver cómo Robleño entra a matar y sortea la empalizada pavorosa del cuarto.
Nada. Se ha aplaudido a un picador Alfonso Doblado por hacer aspavientos con la pica y llevarse luego una costalada. Madrid

martes, 27 de mayo de 2014

EL MARÍA GUERRERO FUE LAS VENTAS Y LA MAESTRANZA


Sevilla estuvo representada por María Távora, una bailaora de raza y belleza inusual y José Manuel Seda, hasta hace poco un gran Adolfo Suárez y ayer, Lorca en estado puro. Me recordaba en Salamanca su dúo con María Toledo,  juntos por primera vez grabando las canciones populares. El resto, o sea Santiago Sánchez, Villamor, Esplá, Enrique Ponce y demás, eran el Foro o sea Las Ventas del Espíritu Santo. Antorrín es Granada. Luego volveré con los demás. Este es un artículo puramente informativo porque, aunque Sánchez Mejías escribiera las crónicas de sus corridas, no está bien que un crítico de teatro haga la apología de su obra, escrita en collera con Diana de Paco: La Argentinita. Y para hablar mal de uno mismo, si ese fuera el caso, que no lo es, pues tampoco es cuestión ni sería inteligente. Eso que lo hagan los demás. Como en la gran noche de Pino Montano lo peor fue la madrugada con la Generación del 27, sin ser el 27, a la deriva. Pero esta conciencia tormentosa del final de la fiesta poética y de las otras no me va a impedir señalar gratitudes y admiraciones.

 Nunca pensamos que su transcripción escénica tuviese tal grandeza y suscitase tantas emociones. Culpable de esto, un director de la inmensa talla de Santiago Sánchez. Si alguna vez pasase de lectura dramatizada, como sugerían anoche algunos prohombres del teatro y el director de cine Díaz Yanes, otro director sería inimaginable. Luego el cartel: María Toledo, María Távora, Isabelle Stoffel, Esther Alvarado, Isabel Prinz… Antorrín Heredia, el Persa, Ángel Villamor, que no deja solo a su paciente Ponce ni siquiera en un escenario, José Manuel Seda, Yolanda Eyama, Sara Nieto; espacio escénico y luces de David de Loaysa y vídeos de David Bernués. Esta es la primera e inmensa gratitud a todos ellos. Y con ellos a todo el equipo del María Guerrero. Del María Guerrero yo tengo especial predilección por el equipo de prensa, siempre puntual, siempre en ese sitio raro del equilibrio entre la neutralidad y la pasión por un producto: Eduardo, Fernando, Belén.  La segunda es para las entidades que han ayudado con filantropía y desinterés al suceso: Ponce y Esplá sobre el escenario del María Guerrero: Café de Gijón que, al finalizar la función ofreció un austero ágape a todo el elenco y jubilosos añadidos. Y Fundación Caixa, Fundación Coca Cola, Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Teatro del Arte, NH hoteles. 

Y un abrazo para María Diaz, que como una tempestad generosa revolvió su gente de la prensa y  salió disparada hacia los Max para ver cómo premiaban a muchos de sus patrocinados, en especial a Juan Diego Boto.  De todo esto y de Un trozo invisible de este mundo hablaré otro día. En la farándula ha cundido la alarma sobre la posibilidad de que La Argentinita sea un serio competidor el próximo año; al menos así lo creen Enrique Ponce y Luis Francisco Esplá. Y hasta el propio Ernesto Caballero, director del CDN, lo teme. Se llenó el María Guerrero con el público puesto en pie y hasta con olés como si estuviéramos en Las Ventas o en La Maestranza. Esta es la principal y mayor gratitud que quiero manifestar en este saludo de urgencia: el público, los aficionados. Toreros y teatreros saben de qué hablo.

 San Isidro (XV). Dos toros de Puerta Grande.

Corrida con trapío, sin excesos de Fuente Ymbro.  Variada y con dos toros de Puerta Grande, primero y tercero, que les fueron vivos, vivos de apoteosis, a Uceda Leal y a Matias Tejela;  detalles torerísimos de diestros guadianescos, es decir que suben a la superficie y se esconden, asegún. Unas veces bien y otras regular. Grandes detalles de Uceda y de Matías Tejela, pero llenos de altibajos. Detalles también, pinturerías de Curro Diaz,  torero prohijado por las Ventas y que no acaba de definirse ni  de perfilarse con verdadero carácter.

Excelencia banderilleras: Montoliu y Jesús Romero y quizá alguno más que olvido.

Excelencias estoqueadores de Uceda Leal.  Sus estocadas, perfectas de ejecución y de eficacia, bien valen esa oreja que debieron ser dos de haber toreado mejor; o, por lo menos, con más continuidad.

domingo, 25 de mayo de 2014

LISBOA; UNA DERROTA NECESARIA. ESTETICA DEL PERDEDOR.




La derrota del Atlético de Madrid era necesaria. Es la mítica, la estética del perdedor. ¿Qué sería de nosotros sin esa mítica?. E incluso sin esa erótica?. Adiós al romanticismo, adiós a la resistencia. Sé que esto es de difícil comprensión. Y que, acaso sólo lo entienda Sabina, su canción canalla y con frecuencia triste.

 Pero ¿qué sería de nosotros los románticos, los perdedores, aquellos que cuando algo  nos va bien sopechamos que por algún lado nos  van a pegar  el  ostiazo?. Consuelo para los atléticos esta letra flamenca: “Estoy tan hecho a perder que, cuando gano, me asusto”. Veía yo el minuto noventa y tres de un árbitro cabronamente generoso. Y temblaba, tenía miedo. Decía esto se acaba, ganamos, estamos hundidos, es el fin;  y ¿qué haremos nosotros los perdedores, los malditos de siempre, encumbrados a la gloria?.

 La contrapartida a este desánimo era la euforia de,  a la mierda el poder, que se jodan, estamos hasta los güevos….Más  no era suficiente. Era imrescindible la derrota, aunque medio mundo se derrumbe, para no acabar con la ética y la estética de los perdedores. Todo sigue en su sitio; el poder de Florentino abrazándose a Aznar y al Borbón, las lágrimas y la cantada de Iker Casillas, un héroe  con los pies de barro tremendamente humano. La ética y la estética del perdedor.  La derrota era necesaria para que los fundamentos del universo no se cuartearan.
Dedico estas líneas de urgencia a Sabina, el mal profeta, a Emilio Martínez, periodista insumiso y a las Auroras y José María Villán,  mi hermano,  a Diana Loaysa, mi ahijada,  reconvertida por no sé qué razones, a la grandeza carabanchelera.!!Salud, Atlético y República!!. En el fondo, yo quería que ganase el Atlhetic  de Bilbao, como Juanjo, Maite y Cris; pero no estaba.

viernes, 23 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. PERERA ROMPIÓ LA TARDE Y DON JUSTO SUCUMBIÓ

No es lo mismo; digan lo que digan no es igual una cosa que su contraria; el medio sigue siendo el mensaje. O no, pero vale como norma. Anteayer, en los ensayos de La Argentinita la réplica a Enrique Ponce, Joselito el Gallo en la ficción escénica de  Diana de Paco Serrano y un servidor, se la dábamos Santiago Sánchez y yo. Ponce estaba bien. Acostumbrado a sobar los toros, a inventárselos como dicen sus seguidores, se iba inventando  el personaje. Santiago Sánchez se ponía la peineta y la mantilla y yo la bata de cola. Pero no era igual; esta mañana apareció por fin María Toledo, la Encarnación López Júlvez que una tarde-noche empecé a inventarme   en Salamnca, mientras Santiago Martín, el Viti, empujaba atónito mi transitoria silla de ruedas. No es lo mismo, palabra. Las réplicas de la gran cantaora no eran las mismas que las de Santiago Sánchez, el director, ni las mias, el coautor y artífice de este invento descabellado. Delante de una María Toledo crecida, Ponce era más Gallito y Luis Francisco Esplá era mucho más Ignacio Sánchez Mejias. Cosas raras ocurren en esto de la farándula. Me hubiera gustado ver a Esther Alvarado e Isabell Stofell, porque a Maria  Tavora,  y la Prinz  ya las he visto. Y a Antorrín, la sombra de Belmonte y el Lorca de José Manuel Seda me los sé ya de memoria. El doctor Villamor es la gran incógnita; es un mago de los huesos con tres años  de interpretación antes de dedicarse al quirófano y el bisturí. No pierde de vista a Ponce ni siquiera en un escenario. Y abajo, en el patio de butacas, el doctor Rafael Durá,  por lo mismo: la clavicula de Ponce

Gran cartel en la monumental de las Ventas, aunque yo creo que lo mejor del coso de la calle de Alcalá siguen siendo las fotos de Maite Túrrez y su Diálogo con el vestido de torear, al que escoltan los óleos y acrílicos de  Malgorzata Zak y Joanna Stozek. Como premio revelación de la isidrada los jurados empiezan ya a pensar en Cristina Gaviría,  la modelazo que se ha sacado de la cámara Maite Túrrez. Gran cartel: el Juli, Manzanares, Perera. Toros de Victoriano del Rio, la ganadería que anhelan todas la figuras y que ayer, salvo el pastueño y bondadoso tercero, fue un desastre: en el fondo  y en la forma. Justos de trapio, de fuerzas y de raza.  El cuarto, un barrabás. Nuñez del Cuvillo, hierro de lujo, el  preferido de  José Tomás hasta que le puso bola negra, de sobrero como ayer. Sic transit gloria mundi.


Julián López  con autoridad incuestionable; y con algún que otro atragantón.  José María Manzanares con indiscutible división de opiniones: los que creen que el toreo es cuestión de terrenos y colocación y los que piensan qu es cosa de elegancia, pinturería y posturas. Manzanares se cuida mucho del espejo y  poco de los terrenos, de embraguetarse.  Miguel Ángel Perera  quieto, erguido como un cipres florido, como un surtidor de sombra y sueño que decía Gerardo Diego, el poeta de de la Generación del 27 que más sabía de toros. Por esa verticalidad con la  capa y la muleta, por esa despaciosidad  y temple Miguel Angel Perera rompió la plaza de las Ventas. Se resistió don Justo, el mismo que  el otro dia birló un trofeo  a Joselito  Adame,  a la segunda oreja a regañadientes. Buena faena y  defectuosa estocada. Sucumbió don Justo a la presión de los tendidos y yo creo que se equivocó. Para dos orejas también cuenta la  estocada. Y el toro. Torero y valiente en el difícil sexto.

Luego está la cosa del viento, el enemigo público número de los toreros; eso es cierto,  aunque sin exagerar. Por la mañana un taxista por poco me atropella y echó la culpa a la lluvia y al viento. Tanpoco es eso. Cierto que un remolino me volvió la capucha del chubasquero, pero el señor conductor arrancó a destiempo. No hay que echar siempre la culpa al empedrado.     Den ustedes por hecho que la plaza de las Ventas del Espíritu Santo acabará cubriéndose y lo de menos es el viento y la lluvia. La campaña está bien orquestada y hasta quizá intenten cubrir también la Maestranza.

jueves, 22 de mayo de 2014

SAN ISIDROS. POR FIN PEPE LUIS; CON PERMISO DE TALAVANTE


Hoy sí. Pase lo que pase, hoy hablaré de Pepe Luis Vázquez. Hagan lo que hagan el Fino, si será Juan Serrano o Finito de Sabadell; tiene guasa que llamándose Juan Serrano, lo apoden Finito de Córdoba. Me da  igual lo que imaginen o perpetren otras dos figuras como Morante de la Puebla o Alejandro Talavante, si serán figuras, que es lo fetén, o serán figurones que es lo grotesco, la "comedia de figurón". Y que conste que tengo temas si lo que ocurre en el ruedo no da para mucho. Ya veremos. El primer tema es el viento; advierto una campaña nada solapada, para cubrir la plaza de Madrid. Como si el toreo, a lo largo de los siglos hubiese dependido solo del viento. De una tarde de ventarrón y diluvio nace, precisamente, mi doméstica y entrañable historia de Pepe Luis. Yo creo que mi renuencia a contar  esta insignificante historia es el convencimiento de que, después  de lo escrito por Antonio Burgos, lo mejor es callarse.   

Fue una tarde bárbara y salvaje de las Ventas; una tarde de esas en las que uno piensa que, en vez  de la primera plaza del mundo, las Ventas del Espíritu Santo es el verdadero infierno del universo. Ni un muletazo, ni un toro digno. Viento, lluvia, frio. Los tendidos, una gresca contínua y colectiva y zafia: todos contra todos. En el tendido alto del 4, una gorda infame se levantaba las faldas y enseñaba unas bragas verdes y un culo inmenso que, sin pudor, enseñaba al resto de la plaza. Caían las almohadillas al ruedo como bombas. Y la señora gorda no dejaba de enseñar el culo e increpar a los toreros. De golpe, Pepe Luis Vázquez, hijo naturalmente, tomo la muleta, se fue al platillo y ligo tres soberbios naturales; los tendidos enmudecieron la señora de las bragas verdes se bajó la falda, hubo unos segundos de perplejidad y de desconcierto, ese silencio sorprendido que nada tiene con el silencio sacramental de la Maestranza. Y de golpe, como un trueno, una ovación literalmente estruendosa: tres naturales de Pepe Luis Vázquez, hijo. Con viento, con un viento de alta mar encrespada. Y con un ambiente de mil demonios desatados; y endemoniados, que no es lo mismo

A los pocos días, Cristobal Aguilar, el pintor de Estampa Popular, Juan Ortiz y su tropa celebraban no sé qué aniversario de Pepe Luis, el genuino,  el patriarca y me invitaron a echarle versos en los salones de La Maestranza. Acepté, claro. !Mis versos en  la Maestranza! . Y sentado al lado de Pepe Luis, del que Manolete decía que no tenía bragueta, que si la tuviera mandaría a todas la grandes figuras a trabajar con los albañiles. Ignoro si Pepe Luis tenía o no tenía bragueta; Luis Gómez el Estudiante, en el Gijón, con el que aprendí a ver toros en las Ventas:  "bragueta?. No sé; ¿lidiador?, el más grande. Gracia sevillana y técnica rondeña. A su lado, todos aprendices."
Antes de decir versos, me fui a portagayola dirigiéndome a Pepe Luis el  hijo: "dedico estos poemas a Pepe Luis padre; y a Pepe Luis hijo y los tres mejores naturales que se han visto últimamente en las Ventas".  El personal maestrante, en los vuelos de mi muleta. Y Pepe Luis, junior, luminoso, esclarecido y en éxtasis: "¿te das cuenta, papá?".  Rematé faena con mi poema a Ronda. Y fue Pepe Luis, creo, el que mejor lo entendió. No hizo caso al coloquio; leía y releía. Me dio un abrazo y me preguntó si se podia quedar con el pequeño libro; dedicado claro. Por ahí debe de andar una dedicatoria aproximada: "A Pepe Luis, Ronda y Sevilla". Y eso fue todo. Nada del otro mundo, como puedes comprobar, admirado Antonio Burgos.
Vengo de ver un ensayo de Ponce haciendo de Joselito el Gallo en La Argentinita (Próximo lunes en el María Guerrero).  Esplá es Sánchez Mejias.  Antorrín Heredia también ensaya: sombra de Belmonte. Es sorprendente cómo crece un personaje según quien lo interprete. Belmonte era, hasta ahora, en la obra de Diana de Paco y un servidor, un roll insignificante; tanto que iba a hacerlo yo. Con Antorrín, el pasmo de Triana crece y crece. Empieza de Belmonte y acaba como Manuel Torre en Pino Montano. Miro a Santiago Sánchez Imprebís; sonrie. Ponce y él se dan un abrazo. 
Los toreos de esta tarde;
Faenón de Talvante por la izquierda; faena de las que dejan huella: en el público y en el torero. Petardo de Morante de la Puebla. Petardo de toros de Montalvo y sobreros infames. El Fino, ni Juan Serrano ni Finito de Sabadell; entre dos aguas, Finito de Córdoba.
   

miércoles, 21 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. EL MEJOR CARTEL: ANTORRIN, TAVORA Y PEPE LUIS. ARGENTINITA

Dias  terribles: ayer; dia incendiado y no me refiero sólo a la corrida; hoy, dia peor de nevios; !cuanto empiezo a admirar lo que ocurre entre bambalinas!. Dias de sangre y dias de locura. Lo primero felicitar a Antonio Burgos: lo mejor que se ha escrito sobre Pepe Luis.  A ver si hoy  puedo  contar mi historia con Pepe Luis. Por un raro destino la  historia de mi vida enraiza en Sevilla a contraestilo.  Y  en Granada que es como el espejo duro y leal de mi tierra castellana. Un suponer,   Antonín Heredia  que siendo una estrella del joven flamenco,  sonríe cuando le olvidan en los carteles   como si fuese un palmero. Antorrín me ha salvado, sin pedir nada a cambio, espectáculos casi insalvables de Los toros a escena o de    Albero y ceniza donde sedujo a Isabell Stofell, por ejemplo. Es un excelente actor de Chejov y de Lorca, por ejemplo, y un dia estallará como todos los grandes; sin que los demás, ni siquiera el mismo,  se hayan dado cuenta. Esta mañana he asistido al ensayo de La Argentinita: espectacular en Manuel Torre, fascinante en la sombra de Belmonte, papel que me ha robado pues quería hacerlo yo. Pero ha prevalecido el criterio de Santiago Sáchez. Y espectacular  María Távora que  se ha venido de Triana para centrar el personaje de Pilar López en la Argentinita del próximo lunes en el María Guerrero. Santiago Sánchez, director: María, artista y profesinal. Con dos pares. Y Antorrin Heredia como un volcán, mejor dicho una fragua, un martinete de carbón. Mañana les cuento más. Isabel Prinz siempre al quite.

  Estoy condenado a Sevilla desde que un madrileño castizo, en el patio de arrastre de las Ventas, me pegó con el Mundo, el periódico,  en la cabeza y me dijo : " no te metas con José Tomás, vete a Sevilla, que el único que te interesa es Emilio Muñoz".  No el único, pero sí uno de los que más. Y, por supuesto, Emilio lo entenderá, me interesa más María Távora que, casi desde niña,  me reprocha mi dureza con los toreros. Y, hablando de Sevilla, una tarde más que no puedo escribir de Pepe Luis, aunque eso lo compensa el Magisterio de Antonio Burgos. Mañana, Palabra 

Respondo a algunos aficionados sobre mi definiciín de la larga de rodillas y sobre "mi salvajada" de que la cornada va en el sueldo. A lo último; la caida del andamio, el accidente de Ayrton Sena, la explosión de grisú en una mina. Riesgo del oficio, solo eso. A la primera, reproduzco mi poema de El fulgor del círculo que tanto le gustaba a Roberto Domíngez, cuando al vallisoletano le gustaba mi poesía y a mí me gustaba su toreo. Ahí va: "una larga cambiada de rodillas/ es un gesto retórico y todo gesto sin contenido/ es solo un grafismo innecesariamente violento".

Los toros, juampedros simplemente. Y el ganadero filósofo y difunto ha sido, con la mejor voluntad de buscar la piedra filosofal del toreo, uno de los grandes malhechores de la Fiesta. A Manuel Jesús el Cid, las Ventas ya no lo quieren o lo quieren poco; a Fandila lo toleran que no es poco. Y a Juan del Alamo, las  Ventas lo idolatran. La oreja es una muestra. Juan del Alamo va camino de ser para las Ventas, sin serlo todavía ni de lejos,  lo que fue Santiago Martín  o Paco Camino. Ojo, no es una comparación que hoy por hoy sería, sacrílega, es en todo caso una premonición arriesgada. Buen torero, pero ese bajonazo infame al sexto no es propio de El Viti ni de Camino.
Lo que no es una premonición, sino una certeza es la lectura dramatizada de la Argentinita, a beneficio de Caidos del Cielo ONG, el lunes en el María Guerrero. Mañana, me dice Santiago Sánchez ensayo con Enrique Ponce y con Esplá y con el doctor Villamor. ¿Puedo venir?, pregunto.  Puedes, pero no estarán Maria Távora ni Isabel Prinz.  Bueno...¿que voy a hacer...?

martes, 20 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. TODOS AL HULE; RECUERDO DEL BOMBAZO DEL GRAPO.

La memoria es caprichosa pero no infiel. No sé si me  equivoco pero creo que la última vez que ví algo parecido, ocurrió en las Ventas, puede que  en San Isidro de 1979. No recuerdo ni cartel exacto ni detalles. Solo recuerdo que en el cuarto toro,  el último torero indemne, casi seguro  Rafael de Paula, entró en la enfermería. Supongo que era Rafael de Paula porque en la corrida estaba José Bergamín. En el desolladero, esto sí lo recuerdo con precisión, Bergamín, el poeta Caballero Bonald, los pintores Jesús de la Torre, Joaquín Pacheco y yo haciendo tertulia sobre la fatalidad de la tarde. De pronto la notica brutal, más brutal que la enfermería abarrotada de las Ventas; el Grapo ha volado la cafetería  California, de Goya. Creo que fue esa misma tarde y casi a la misma hora.  Luego, por la noche, en el barrio de Salamanca, la caza del rojo con bates de beisbol.

El cartel de hoy está en la memoria de todos: David Mora, Antonio Nazaré, Jiménez Fortes. Bastaron dos toros para destrozar el cartel y destrozar a los diestros; David Mora pudo morir en uno de los lances más absurdos e inexplicables de la tauromaqia: la larga cambiada de rodillas frente al portón de chiqueros. Jiménez Fortes no puede seguir toreando  en ese estado físico tan precario; es carne de toro. Y  Antonio Nazaré acabó con la rodilla destrozada. Desolación. Una masacre.

lunes, 19 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. BELLOS MITOS EN FLOR: AVA, LUCIA, BACALL

Empezó a llover y me quedé en la plaza. No porque me guste especialmente la lluvia; pero el agua de ayer en las Ventas era apacible, de un gris que le robaba el azul velazqueño al cielo purísimo de Madrid. Cuando ese agua fantasmal e impoluta cae sobre la arena de Las Ventas del Espíritu Santo el espíritu se remansa y el alma vuela entre naturales y verónicas. La mañana habia sido perfecta con la inauguración de una exposición de fotografía (Maite Túrrez) y pintura (Malgorzata Zak y Joanna Stozek) en la sala Antoñete. Esperaba buena tarde de toros de los tres novilleros que, sabido es, en Madrid matan novillos que no matan los toreros de escalafón superior: Francisco Espada, Posada de Maravillas, Lama de Góngora. De la novillada de Montecillo embistieron tres,  lo cual no está  mal en tiempos de penuria. Ninguno de ellos le cupo en suerte a Posada de Maravillas, al que le tengo querencia, pues es nieto de mi difunto amigo Juan Posada torero y escritor por igual.


En realidad me quedé por si entre las brumas líricas de algún muletazo, el mismo Espada un suponer, -que toreó como los ángeles toreros y toda la corte celestial-  aparecía  Cristina Gaviría, la modelo de Maite Túrrez para ese Diálogo con el vestido de torear al que he tenido el privilegio de ponerle letra. Muchos muletazos de Lama de Góngora también sería dignos de la  cámara de la señora Túrrez.

 La gente no me cree, pero en las Ventas y en La Maestranza yo he tenido visiones de este tipo . Una vez ví, las ví palabra, a Lauren Bacall, Ava Gardner y Lucía Bosé,  las tres juntas  y en buena armonía en un barrera del 10.  Orson Wells y Ernest Hemingway les llevaban güisqui y manzanilla de Sanlúcar a mogollón. !Cómo soplaban las tres bellas!, sobre todo Ava Gardner. Tenían desplegados ante sí todos los capotes de paseo de Luis Miguel Dominguín y, de vez en cuando, bajaban al ruedo y pegaban algunos capotazos. Mientras, yo les cambiaba a Lucía Bosé y a Lauren Bacall, las copas de manzanilla resobadas  del calor, por unas más fresquitas y transparentes. Ava bebía a morro de las petacas de guïsqui y de coñac de Orson y Ernest. Juro que fue así, pero nadie me cree. Ni siquiera en Triana y mucho menos en la Puerta del Principe, territorio mágico: Antonio Burgos,  Romero de Solis, Manuel Grosso  y Salvador Tavora  que me escuchaban  una tarde, se quedaron pasmados; pero no me creyeron. Ayer no vi visiones en los tendidos de  Ventas, ni siquiera a la modelo de Diálogo con el vesido de torear. Pero en algun momento la imagen de mi amigo Posada, Juanito, se hizo carne y toreo en las verónicas y algun natural de su nieto.

A Antonio Chenel no le gustaba que las mujeres toreasen; pero nada dijo en cntra de las mujeres pintoras, fotógrafas o que posan, enamoradas de un vestido de torear. Por eso esta mañana, en la sala Antoñete las ovacioes y los aplausos por Malgorzata y Joanna, dos polacas de Polonia, no de Barecelona, y por Maite y Cristina, de Bilbao eran únánimes y de vuelta al ruedo. Aplaudía Carlos Abella, aplaudia el embajador de Polonia Tomaz Arabski y, aplaudían Gloria y Ángel Barutell, convalecientes de cornadas que duelen más que las físicas. Y aplaudía,  por supuesto, un servidor. Maite Turrez ha retratado un diálogo sensual, tórrido en ocasiones, adánico y frutal  y lírico  siempre, de una belleza insólita y fascinante que corresponde tanto  a la modelo, sino a la cámara manejada con pericia y sensibilidad.

La pintura a de Malgorzata Zak y de Joanna Slotek es también una pintura insólita, taurinamente hablando. Lejos del tópico y el costumbrismo habitual,  en Slotek prima un cierto expresionismo muy difuso y atenuado; en Malgorzata un expresionismo matérico más violento de intenso colorido. No sé si al señor embajador de Polonia le gustan los toros, pero se hizo fotos con todos, con las polacas de Polonia, no de Barcelona, con Maite Túrrez, con Cristina Gaviria. Ya puesto, hasta se retrató con Abella y conmigo. Algunos aficionados echan de menos al embajador frances que le gustaban los toros, Bruno Delaye. Pues ya tenemos un embajador polaco, Tomaz Arabski. Entre Abella y yo le enseñaremos lo que seguro no sabia monsieur Delaye  

domingo, 18 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. CARICIA DEL PITON. VOLUPTUOSIDAD DE RITTER

Los límites del valor no tienen fronteras. Ni los del gozo o el dolor. Hay unas lindes indescifrables entre el riesgo de dejarse la vida y conquistar la gloria. Qué siente un torero entre las astas de un toro cuando le llueven  navajazos, revolcones y  las cornadas?. Siente, dilucida un torero el destino de su vida, en esas circunstancias que le llegan al asalto y de súbito?.

Sebastián Ritter es un torero joven y valiente. Son dos condiciones relativas y aleatorias.  Una desfallece, la otra es mutable. La inercia que a un torero lo lleva delante del toro después de una cogida, en el colombiano Ritter es indiferencia o hielo.   Me desconcierta el afiladísimo cuerno acariciando el muslo y la taleguilla del diestro más que la cornada. Semeja la caricia de una mujer, lenta suave, cerquísima y es la amenaza de la muerte. El morbo de una cuchillada escondida entre los dedos de una amante. Lo de ayer en las Ventas, del colombiano Ritter con un maldito toro de Gerardo Ortega, tan maldito como la mansada de Couto de Fornilhos, no era el riesgo del abismo, era el abismo de una obscuridad ignota, asesina acaso. En esos terrenos en los que los gozos, las sombras, la negura de la muerte y su fogonazo se confunden, se ignora dónde el amor y dónde la muerte. Quizá en el mismo sitio: en el  lugar sagrado  que va del durísimo   cuerno a la suavidad y el oro del muslo y la taleguilla, lo de ayer de Sebastian Ritter no era un Diálogo con el vestido de torear, como el de Maite  Túrrez y Cristina Gaviria, dentro de unas horas en la sala Anoñete. Era un dialogo sereno y dulce con la muerte

sábado, 17 de mayo de 2014

¿DÓNDE ESTÁ EL CRÁNEO DE GOYA?


Durante algún tiempo muchos creimos  que el cráneo  de don Francisco de Goya y Lucientes  era la cabeza de Paco Rabal que murió mientras sobrevolaba Burdeos bebiendo una copa de Mohet Chandon  con Asunción Balaguer. No. Rabal hizo posiblemente el mejor Goya que se conoce, pero no era el cráneo del genio. Este esperpento contemporáneo de  Pilar G. Almansa, Rakel Camacho  interpretado por Jorge Kent, Teresa Vallejo, Rebeca Matellán, Lorena Benito, Antonio Sansano, Alda Lozano. Marcel  Mihok en Teatro del Arte resuelve la cuestión: "el cráneo de Goya está majado en el mortero de España". El mortero de España, ahí estan Quevedo, Larra, Gómez de la Serna. Y Valle Inclán, claro. O sea toda la línea de pensamiento crítico español. Cuando se abrió la tumba de Goya, el cadáver del genial sordo eternamente cabreado excepto, supongo,  cuando se le metía en la cama  la duquesa de Alba, apareció descabezado: “Majado en el mortero de España”.  Así es España; genial, violenta, cabreada, heroica y antagónica consigo misma. Y siempre con los curas en danza: unas veces delante de ellos con una vela y otras veces detrás con un garrote. Lo cual nos lleva a otra pregunta necesaria ¿qué hubiera pasado  en España si hubieran ganado los franceses?. Yo creo que hoy seríamos más ilustrados y menos cafres. Nos  alimenta el cráneo de Goya majado en un mortero. En eso ha quedado el 2 de mayo. En eso y en un cuadro inmortal: Los fusilamientos de la Moncloa.

 Ramón Goméz de la Sena escribió de Goya:  "es director de orquesta de la vida actual española con un gesto agrio para los públicos aunque acucioso para la orquesta”. Ese hoy de hace muchos años sigue siendo el hoy de ahora. Y acaso con más perentoria actualidad  que nunca.  Las pesadillas de Goya, los fantasmas de Goya majados en el mortero de España. Por eso España es así: maldita cuando le falla el soplo de la genialidad: “el sueño de la razón produce monstruos”. Una frase ambigua, polivalente que nunca acabaremos de descifrar. Goya afrancesado, españolísimo, follador. Goya y la Inquisición.

A partir  de los Caprichos, Rakel Camacho traza un esperpento moderno,  cáustico a veces, melancólico, hiriente, lascivo,  sentimental. Goya y los Caprichos son España; como lo es el esperpento y don Ramón María del Valle Inclán. Como lo es Larra, Quevedo. Y Cervantes en una línea menos abrupta que Quevedo y Valle.  Goya  es el anticipo del esperpento valleinclanesco. En Lucientes, Goya repite obsesivamente citando a Valle “sois almas en pena o sois hijos de puta?”. Goya, como después quería Max Estrella en Luces de bohemia, pretende  instalar la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol. Buen momento el de estos días: “urge instalar la guillotina en la Puerta del Sol”.  Sobran candidatos al descabezamiento . Rakel Camacho juega  con el pasado, con el presente y con el porvenir. Utiliza sin pudor  las intertextualidades. Un torrente de ideas que lastra a veces la estructura dramática, demasiadas ideas  un poco atropelladas; como si la autora quisiera resumir en una función de hora y media toda la historia de España. La directora se apoya en un buen equipo de intérpretes que doblan y  multiplican papeles. No es solo eficacia; es calidad actoral. Goya enlaza con otro liberal que bien podría ser citado aquí, pero no lo es, Blanco White: los males de España son “religión y mal gobierno”. Pues eso.  Ayer igual que hoy.

viernes, 16 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. FANDIÑO, UMBRAL; EL RENCOR, FUNDAMENTO DEL ARTE

Fenacisco Umbral  decia quu solo  se puede escrbir, bien,  desde el rencor. Quizá no le faltara razón; el rencor, la pasión incendiada. Yo creo que  Ivan Fandiño, sin ser Francisco Umbral, también torea desde el rencor. O sea, desde la autenticidad. Porque la vida es cabrona, rencorosa y puta. Lo de escribir  desde el rencor solo está al alcance  de algún genio; como amar desde el recor. Eso es sublime: amar, besar, escribir versos desde el rencor, desde el ajuste de cuentas. O desde un amor maldito, que viene a ser casi lo mismo. Uno ha escrito desde el rencor, y le gustaria  seguir escribiendo desde el rencor o desde el amor indecente, golfo y canalla; que son las distinta formas que adopata el amor sublime . A uno le hubiera gustado ser siempre un canalla, pero hay que ser Um bral o Belmonte o Joselito o Van Goht o Artaud, por ejemplo. Uno  es, sencillamente, Javier Villán y para qué más. Soy incapaz de sentir rencor,  ni celos ni envidia. O sea que soy un incompetente. Umbral me decía te falta pasarela.  Toreo como puedo: como Joselito Adame, el expoliado del otro dia, se la guardo al presidente, tranquilo, sé esperar y no soy rencoroso, más espero. Fandiño es torero de rencores, se le nota; pero le sobra crispación, se le notan  demasiado sus ansias de revancha. No le faltan razones, pero tranquilo. Todo llega; a su tiempo. No se precipite usted ni se crea demasiado las heroicidades que le cantan. Si usted tiene la moneda, como dicen en el teatro, acabará cambiándola. De estas cosas, creame sé un poco; el toreo es como la poesía: un infierno, un amor maldito, una esperanza de resurrección cada tarde;  como los místicos, como los mártires. Me gusta su rabia ante el toro más que su rencor en las declaraciones; si Javier Aresti, mantiene su ofrecimiento de una presentación en el apartado bilbaino, me pido no un hierro, sino un torero: Ivan Fandiño. A  través del colega Zabala de la Serna, su gran amigo se lo recuerdo hoy y se lo seguiré recordado. Mismamente en el Paquiro. Ahora que estoy fuera de esto, por fortuna, después de 25 temporadas y una 3000 crónicas, lo menos que puedo permitirme es elegir corrida. Que no sea Jandilla, eso nunca; porque  con mierdas como los jandillas de ayer tampoco llegaremos  a nada.


Quien podía torear desde el rencor, después del robo del otro dia,  -ese presidente no se me va, lo juro-  es Joselito Adame;  el mexicano, que es un excelente torero,  se tragó, sin rechistar, dos mierdas de toros. Y pegó muletazos estimables. Mierda de toros y mierda de jandillas lo cual es una doble  o triple mierda. Con perdón. Y no me olvido del atleta David Fandila, ahí no hay rencoes; hay lo que hay. Nada más. Con dos pares.  Y como esto no es una crítica de toros, sino una crónica social que , además va ppr libre como todo el blog,  le recuerdo a Lucas Pérez que me ha prometido arreglarme la Beneficencia para un fandiñista apasionado, Ernesto Caballero , director del María Guerrero. Retirado  de esto, propongo un pacto: les llevo lectores de teatro, a mogollón,  a Zabala de la Serna y a Lucas Pérez  y,  a cambio,  García Abadillo, Cuartango y Manu, me publican más críticas de teatro. Joder, colegas, que el teatro es algo más que el Valle Inclan. ¿A que es un pacto razonable?.

jueves, 15 de mayo de 2014

SAN ISIDROS. PONCE, TRAS EL TABACAZO, REVIENTA LAS VENTAS

Tras la cornada de Valencia, Enrique Ponce en Las Ventas. No era previsible, pero los toreros son ángeles de hierro, carne de comunión y sacrificio. Orgullo; lo demás es estadística. El orgullo es la marca de los héroes; la estadística son las matemáticas del sentimiento que, por propia definición, no está sujeto a cómputos ni balances. Volvía el torero de Chiva para confirmar alternativa a David Galán  el hijo de un amigo José Antonio Galán, el que entraba amatar con una zapatilla o sin nada, encunándose como Fandiño el otro dia.  La alternativa del dolor se da en las plazas todas las tardes. El dolor no es privativo de nadie; el toreo es dolor y es sangre y es grandeza y heroismo.  Recuerdo el recorrido hacia la enfermería por el callejón de Valencia,  hace mes y medio, de Ponce: no pasa nada, tranquilos. Y llevaba la cornada cruel, la venganza de los dioses iracundos. Y la clavícula hecha cisco. Un tabaco durísimo. El toreo es un arte construido y vivido en el momento. Y por lo tanto irrepetible, nada es igual: ni el cine, ni el vídeo ni en la fotografía: pálidos reflejos. El toreo es lo que es: una eternidad condensada en un fogonazo súbito, en un gesto. Mala corrida de Victoriano del Rio; mala para el torero que tenía que apuntalar la endeblez bovina con la suavidad del diálogo y la caricia de la muleta. Toros así, tan carentes de raza,  de bravura y de fuerzas,  tan sobrados de vulgaridad, no se le echan ni a Ponce ni al curtido Sebastián Castella ni al neófito David Galán; no se le echan a nadie. La inocencia fue recompensada; a Galan le tocó el lote menos malo; y el sueño cumplido de confirmar alternativa se convirtió en pesadilla e infierno con el descabello. Toreó muy bien por la derecha y pudo cortar una oreja. Pudo también cortarla, pese al toro, pese al toro Enrique Ponce !Puta espada!. Corrida mala también para el público que termina cabreándose. Con toros así no llegaremos a nada: se paraban a mitad de la faena. Volvió Ponce a las Ventas después de cinco años y el 7, ese tendido maldito, tan vilipendiado por los señoritos del clavel, lo sacó a saludar. Y tras el 7, el resto del graderío  !Viva el 7!.

Volvió Enrique Ponce y reventó las Ventas y puso el cartel: "no hay billetes". Como  seguro reventará el Teatro María Guerrero el próximo dia 26 haciendo de Joselito el Gallo en la lectura dramatizada y A Beneficio  de  La Argentinita dirigida por Santiago Sánchez; Suspendan su ánimo y su pensamiento al imaginar este cartel: de Sánchez Mejías, Luis Francisco Espla; de Encarnación López Julvez, María Toledo; de Pilar Lopez Júlvez, María Távora. Y la colaboración muy especial de Isabelle Stofell, Isabel Prinz, María Hervás, José Manuel Seda.... y el doctor Ángel Villamor que no quiere perder ni siquiera en el escenario la evolución de su paciente al que ha reconstruido la clávicula. Y el doctor Rafael Durá, segundo de Villamor, porque no se atreve, Como reventará los salones del Ritz el dia 28 cuando se le entregue el Premio Paquiro que patrocinan Telefónica y Caixa Forum. !Va por ustedes!

DIAS LOCOS DE TIROS Y TEATRO

No es que sea exactamente igual el asessinato a tiros de la presidenta del PP leonés que la devastación del Macbez de Cavestany y Lima en una hipotética Xunta de Galicia para acceder al poder; pero da que pensar sobre ciertas ráfagas premonitorias del teatro. Cuando leí que la presidenta del PP, señora Carrasco y expresidenta de la Diputación, creo, había sido muerta a tiros en plan  Chicago años 30, se me pusieron los pelos shakesperianamente como escarpias. Para colmo, me encontré a toda la tribu deconselleiros traidores, de asesinos tan  peores o más que el Macbeth genuino en la Taberna del Gijón de la calle Almirante. No estaban ufanos de la sombría profecía de su adaptación. Pero sí parecían preguntarse y preguntarme: "y ahora ¿qué?". Javier Gutiérrez, que  para siempre asesinó el sueño - mi frase preferida de toda la historia teatral para metaforizar  el insomnio-tenía   tras de´sí el fantasma de Banquo; Carmen Machi , la jefa, trataba de quitarse la sangre de las manos ante el estupor de los camareros y una chica, casi una niña, cuyo nombre lamento no recordar,  estaba feliz por el triunfo de Fandiño del que su padre es mozoespás o ayuda. Andrés Lima razonaba la necesidad de un acercamiento entre críticos y creadores. De momento, me invitaron a dos vinos, dos, de verdejo de Rueda, que es una de las pocas pasiones que me van quedando. No es mal comienzo para esa aproximación

Salía yo de ver Mejor historia que la nuestra en el vestíbulo del Teatro Lara, la mítica bombonera donde, en tiempos los domingos, después de la misa de doce, los poetas de Conrado  Blanco decían versos.  Mejor historia que la nuestra es una `pieza que no deben perderse los amantes del teatro desnudo; sencilla, sentimental, un poco triste pero con humor y muy bien interpretada: Chema Muñoz, Mamen Camacho, Antonio de Cos y Paloma Zavala. Además, al terminar, pude poner  rostro a Verónica, Petalo de Sal, uno de los  perfiles o avatar o lo que sea, más sugerentes y más teatrero, del teatro alternativo, belicoso y activo, de tuiter. Un placer

Antes había visto en el  Fernán Gómez     recreación de La Casa de Bernarda  sin trucos ni engaños.  Está Federico, pero Adela no pretende, según la autora y directora, Rosel Murillo Lechuga no pretende enmendarle la plana a García Lorca. Luis Torres, del Centro Cultural, que cuida la sala 2 como a las niñas de sus ojos, ha apostado fuerte. Adela es una gran aventura, es el eje de toda la función, una figura apasionada y reivindicativa, que gozaba de los revolcones con Pepe el Romano en la cuadra y es una desgraciada, víctima de un Pepe el Romano cotidiano, vulgar y machista. Por primera vez, que yo sepa, vemos a Pepe el Romano corporeizado en escena: un mito,  una ensoñación sexual y garañona que se nos viene abajo. Es la vida. Es el teatro; brillante espectáculo de gente brillante todavía en agraz; pero arriesgada y valiente; Lucía Astigarraga,   es una fiera enamorada, una gata que saca constantemente las uñas. Y araña. Victor Algra   es el poderío macho, la incertidumbre amorosa, un arribista follador: un ser cotidiano. La química entre los dos hace que salten chispas. No tantas como entre Javier Gutiérrez y Carmen Machi en Macbez, pero chispas de verdad y truenos y relámpagos

miércoles, 14 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. RESACA DEL GOLPE FANDIÑO; ASI NO SE MATA.

Oh tempora , oh mores;  ahora ocurre que tirarse a  matar sin muleta, encunándose  a cuerpo serrano, es en vez de hacer la cruz y salir por el costillar, es la máxima expreión, el heroismo inmenso del arte de matar. Con esta filosfía  no  estamos cargando la  Fiesta. Así no se mata. O mejor dicho, así no se debe matar Y a Ivan Fandiño, con todos mis respeto,  le dieron la oreja,  la Puerta Grande y el sursum corda,  por matar a topacarnero: sin muleta y encunándose. Loor  al valiente, pero no al arte de matar. Mató mejor cualquiera de los tres de ayer, Escribano,  el tuerto  pirata  Juan José Padilla,  y el mexicano Adame. Y no  les dieron la oreja. Sobre toda no se la dieron a Adame que se la mereció de largo., mucho más que las orejas del dia anterior. Honor a Serafín  Adame. Si se apellidara Fandiño o se llamara David Román  puede que en las Ventas lo tuviera más fácil.   Corrida muy bien presentada  de la Palmosilla. Y muy blanda.Así tampoco llegaremos a nada.

Estupendo Serafín Adame,  expoliado por un presidente de cuyo nombe  no me acuerdo, pero me acordaré en su dia.  A mí los presidentes no se me despintan. Me gusta don Cesar Goómez  y me repele don Trinidad que le regaló una oreja a David Román. Pero el de hoy, nefasto, no me acuerdo. Me acordaré, palabra. Y ajustaremos cuentas, con perdón; y dicho en plan castizo hy en defensa de Adame. Gloria a Joselito Adame. Escribano donde siempre: promesa incumplida. Y Juan José Padilla, prpfesional.Ve mejor el toreo con un ojo que muchos con los dos. Discúlpenme pero tengo prisa. El  el último toro se lo contaré dentro de un rato. Si hay algo que contar. Esto es lo bueno de la red. Parar el tiempo. Nada que contar. El robo a Joselito Adame ya estaba consumado

LAS MUJERES DE ASIER ETXEANDIA; EL FRENESÍ DE AITANA


 

No hay quien me quite de la cabeza que Aitana Sánchez Gijón  estaba contratada por la Abadía, ayer, como fan de Asier Etxeandía. Ruperto Merino me juraba, sin perjurar, que no, que allí no había  claque, que el armónico frenesí de Aitana Sánchez Gijón era pura espontaneidad. Frenési armonico: un contradiós que define, creo, la naturaleza de esta gran actriz. Yo la había tenido delante el dia anterior en el Valle Inclán, junto a Vargas Llosa, en ese despropósito contra natura que es el montaje de Marco Carniti de Como gusteis, todo seria, todo recatada, toda armonía también;  un premio Nobel impone mucho. Ayer yo alucinaba en la iglesia de la Abadía, es que flipaba, oye, me frotaba los ojos para despertar de un sueño, no me lo podía creer: ritmo, baile, aplausos, contorsiones;  una verdadera agitadora de masas abducida por Asier Etxeandia. La locura.

 A Aitana siempre la asocio con la armonía de gesto y de espíritu y ya, durante todo el espectáculo, no pude quitarle los ojos de encima, miraba más a Aitana  que a Asier, esa formidable fuerza de la naturaleza en un escenario. Claro que para mirar a Aitana yo no necesito mucho: aparece, donde sea, y se acabó el mundo para mis ojos. Y Ruperto Merino, que no Javier, que lo de Aitana es espontáne como lo de todo el público ¿ves?, que aquí no hay claque. No habrá claque pero Aitana Sánchez Gijón era la porta estandarte, la confaloniera aguerrida de ese ejército convulso y entusiasta que sigue El intérprete, Asier Etxeandia.

Lo que Asier cuenta y canta en El intérprete es la historia de un niño triste, solitario y frágil. La historia de un niño atormentado, de esos que lorquianamente “escriben nombre de niña en la almohada”. Un niño de Bilbao nada viril, muy poco machote, lo cual no es un niño e Bilbao.  Y ahora, sobre el escenario, una fuerza de la naturaleza, un torrente gestual, una indecencia mística y mítica, infantil, brutal y arrasadora. Y de pronto caí en las razones de Aitana Sánchez Gijó, su voluptuosidad catártica, su entrega sin prejuicios: su liberacióncontagiosa, su capacidad de líder; Aitana y Asier fueron compañeros en La Chunga, de Vargas Llosa, un trabajo memorable de Aitana, la ahijada de Alberti, la hija de Angel Sánchez Gijón, traductor de Passolini desde el exilio romano. La Chunga, un trabajo a contraestilo, acaso lo mejor que haya hecho nunca. Allí debió de nacer esta amistad tumultuosa y apacible de una Aitana protectora; más protectora quizá que aquellas mujeres que rodearon la infancia de un niño triste y solitario que, en su cuarto, se imaginaba todo lo que cuenta aquí y ahora y que desde el maestro de ceremonia de Cabaret es un imprescindible del teatro español. Enigma resuelto; pero por culpa de ese delicado,  y a la vez torrencial, frenesí de Aitana, me perdía parte de lo pasaba en el arriba, en las tablas. Los demás no, los demás  querían invadir el escenario; sólo faltó un mínimo gesto de Aitana, una arenga.

 Mi vecina de butaca recordaba Cabaret, “le entrevisté en la tele y era espectacularmente hermoso, bello como un dios, como los dioses de Visconti”. ¿Y ahora?. Ahora…un dios con quince años más; como todos. Al fin, a todos, acaba por devastarnos la melancolía y la nostalgia. Algún dia también Aitana Sánchez Gijón tendrá 15 años más.  Como los tiene ya la bella periodista que un dia, cuando lo de Cabaret, llevó a la tele a un casi desconocido: Asier Etxeandia.

martes, 13 de mayo de 2014

SAN ISIDRO. PUERTA GRANDE; MI RECUERDO DE TERUEL Y ALDECOA EN EL GIJON

Extraña tarde: toros y teatro. No sé si me dará tiempo a ver el último toro de Ángel Teruel. Conocí a su padre en los ruedos, fui un teruelista razonable  y me lo presentó el gran prosista y gran aficionado Ignacio Aldecoa una tarde en el Café de Gijón.  Creo que lo cuento en Historias Canallas del Gijón, libro  recién salido. Estaba con  Luis Gómez el Estudiante. Aldecoa y yo esperábamos a una italiana o al enlace de una italiana para no sé que´conspiraciones con  Luis Martín Santos, el gran novelista de Tiempo de silencio. Ignoro qué estará haciendo en estos momentos Ángel Teruel, pero me vale con recordar aquella tarde con su padre, con Ignacio Aldecoa y Luis El Estudiante, que nunca quiso competir con Manolete por dos cosas: el califa era un genio; había que salir a morir cada tarde. Y Luis no quería morir. Y me vale recordar una verónica sorprendente,  fastuosa, elegante, ceremonial, ayer,  de Teruel el hijo. No sé que habrá sido de su padre; pero esta verónica es propia de la estirpe. !Olé!. Un toro minusválido dicho sea de paso. Corrida con nervio, con raza y temperamente,  pese a ciertas minusvalías; un respeto a los cojos. Y un respeto a la elegancia genuina y genética de Angel Teruel, junior. No sé que estará  haciendo en estos momento; pero el quite por chicuelinas al quinto fue ceñido y apretado sin perder la compostura. Haga lo que haga, el gesto de Fandiño tirando la muleta y entrando a matar a topacarnero, eclipsará todo lo que pueda hacer  Teruel. Y, si me apuran, todo lo que se haga en esta Feria. Así es la primera plaza del mundo. Y yo me voy a la Abadía a ver a Asier Etxeandía, a las 22,00 horas antes de que aquel magnífico  maestro  de ceremonias  de  Cabaret incendie el escenario de la vieja iglesia. Prometo contarlo..

De Manuel Jesús el Cid llegué a escribir , incluso estando en activo José Tomás, que era  la mejor izquierda de España.  Cosa nada dificultosa dada la mierda de izquierda que tenemos en este pais, más deleznable cuanto más de izquierda es uno. El Cid, vulgar en el primero. O sea a tono con la izquierda política, que ni es izquierda y no sé si es política dada su zafiedad. Sobre la derecha me pronunciaré un poco más adelante, según vayan las cosas y según le vaya a Ivan Fandiño. El toro de Parladé, vibrante y combativo; enrazado. Y Fandiño sin acabar de verlo; demasiado contundente, demasiado agresivo sin encontrar el sitio; más toro que torero, con perdón. Voluntad, toda; torería un poco menos. Fandiño, torero con el estoque entre los dientes sin duda, sigue siendo   la gran esperanza blanca que algunos presagiaron; pero sin acabar de romper. La grandísima estocada  valió la oreja. Y la voltereta al entrar a matar tirando la muleta, incendió la plaza. Un gesto  ciertamente arriesgado para abrir una Puerta Grande que no habría logrado abrir solo con  su toreo arrebatado. Per gracias a ese  gesto de entrar a matar sin muleta, encunándose y saliendo por los aires, y pese a los descabellos,  la buena gente de Madrid le abrió la Puerta d Alcala

De Manuel Jesús ya no es imprecindible hablar del natural. Hay que hablar también de su capote. Cada vez es mejor capotero o, como dicen los antiguos, capeador.  Bien con la capa y muy mal con la muleta. No quiso replicar a un quite por chicuelinas valientes y embarulladas de  Fandiño. El Cid anduvo aperreado con el excelente Parladé. O sea como la izquierda que dejó de serlo.



SAN ISIDROS (IV). MARIA TOLEDO, TÁVORA Y DAVID ROMAN.


Hay siglos en que uno no está para nada; dos veces he tenido que rehacer esta crónica porque dos veces una tecla a destiempo me mandó al carajo la primera redacción original. Ahora sólo recuerdo que empezaba diciendo que me gustan las novilladas porque ya tengo mucho más pasado que futuro. Y que el futuro gusta adivinarlo en los demás,  mientras el pasado nos va aplastando poco a poco.  El futuro de la Fiesta  está en el desparpajo y la sangre torera de David Román; en la torería ya muy cuajada de José Garrido y yo espero que en toreros de la estirpe sevillana de Mario Diéguez, torero de silencios por el que  quiero apostar aunque la tarde de ayer no dé indicios suficientes. El de porvenir más seguro, parece David Román, pues andan de por medio Simón Casas  y Santiago López, el hombre sabio de cuyas manos salió el mejor José Tomás que yo he visto. Y además don Trinidad,  el presidente del festejo, le regaló una oreja; eso también es un indicio.Novilleros con carisma y proyección ha habido y hay muchos. Salvador Távora, con el que ando enredado ahora en una cosa de la Salomé de Oscar Wilde, -donde nos quiere meter un productor tenaz y extremeño, Isidro Leyva-  de novillero abrió la Puerta del Principe. Y luego "se quedó" en un grande del teatro. Con Távora en plenitud, La Cuadra de Sevilla fue tan grande en Teatro, como Curro Romero en toros. Veremos dónde llegamos, o no llegamos, con esa Judea sevillana que`pretende Salvador. O dónde llegan porque yo no he hecho nunca una adaptación y soy partidario de la lealtad estricta al autor, como todo el mundo sabe.

El otro dia le decía yo a Elena Salamanca,  la bella del Plus, con la que me encuentro en twuiter, dónde si no. que hay tardes en que la pereza me tienta a quedarme ante el televisor. Y que el dia que se lleve de invitadas a India Martínez o a María Toledo, un clarinazo, doy la vuelta al taxi camino de las Ventas y me acomodo en butaca de Salón. A India Martínez no la conozco, sólo lo que veo y oigo. Es como una explosión lunar de plata y cobre. Para ser perfecta  debiera ser gitana y flamenca. María Toledo es flamenca aunque no gitana. Y también bella. Cuando en el Paquiro se la presenté a Morante de la Puebla este dijo tu eres gitana y de Sevilla; pues ni una cosa ni otra. Y Morante respondió, pues deberías serlo. Pensando en María Toledo, empecé a escribir La Argentinita, la novia de José, la compañera de Sánchez Mejías, la inseparable e íntima de García Lorca, que he concluido con mi admirada Diana de Paco Serrano y que estrenaremos en lectura dramatizada el próximo dia 26 de mayo en el Maria Guerrero. Correo entusiasta de hace unos dias de María Toledo: "anotado, el dia 26, de Argentinita en el escenario del María Guerrero". Correo también de Jose Manuel Seda, un gran actor, el mejor Lorca que haya visto nunca. Es sevillano, no granadino, y ejerce de ambas cosas. Reparto de tronío en torno a Encarnación´López Júlvez M. Toledo) : Enrique Ponce  será Joselito el Gallo.  Y Esplá se ha tomado tan en serio su papel que ya firma sus cartas como Luis Francisco Sánchez Mejías. Y otras sorpresas. Dirige Santiago Sánchez  con videos de David Bernués y espacio y luces de David Loaysa.

A la espera del futuro de Diéguez, Román y Garrido y de que Fuente Ymbro eche mejores novilladas que la de ayer, muy seria, muy áspera y muy incómoda para los diestros;  y muy propia de Madrid, siguen sin aparecer mis crónicas en el puto ordenata. A ve si ésta se salva. Hace unos años llevé a la Politécnica a José Miguel Arroyo. Cuando le tocó el turno, estaba ensimismado: "es que se ha perdido una vaca y no sé dónde andará". Acabó el coloquio y salió disparado a buscar su vaca. No sé si José Miguel Arroyo encontró su vaca,  pero mis dos anteriores redacciones siguen sin aparecer.


 

domingo, 11 de mayo de 2014

SAN ISIDRO (III) VENTAS Y MAESTRANZA: DOS FILOSOFIAS.




Los toros de José Escolar no gustan en la Maestranza, un suponer que dicen en mi pueblo de Palencia  y la perspicacia lingüística de Umbral  integró enseguida en su vocabulario. En cambio estos toros gustan en  Las Ventas que desde ayer puede empezar a cuantificar sus  amores por los arrogantes albaserradas. Son dos filosofías sobre el toro y sobre el toreo,  la maestrante y la venteña; complementarias y no antagónicas. Robleño no es torero de Sevilla y, a veces, como ayer, tampoco de Madrid. El bajonazo innoble con que ejecutó al primero no puede gustar en ningún sitio, salvo en  un juzgado de guardia. No importa; Emilio Muñoz temía a las Ventas más que al fuego y las Ventas se soliviantaba con él. Como era diestro  de mi predilección,  una vez le invité a  dar una conferencia; se negó con  un pretexto tan perfecto como uno de sus naturales: “en Madrid me empiezan a pitar antes de bajarme del tren”.  

Por más que digan las  masas de aficionados de La Maestranza y de las Ventas, ambas plazas tienen mucho en común: son las dos primeras plazas del mudo. Y todo lo que en ellas pasa repercute en el orbe taurino.  Los maestrantes se la cogen con papel de fumar con eso de los silencios y el ritual; los venteños se la cogen con papel de fumar con eso del toro íntegro, verbi gratia los toros de Escolar que ayer fueron pura decepción. En todo. Ambas cosas son verdad y tienen su filosofía; pero lo cierto es que, nacionalismos sevillanos aparte, y nacionalismos  de la Metrópoli también aparte, ambos centros emiten unos impulsos  expansivos que sacuden los cimientos de la tauromaquia.

Estamos en Madrid y no podemos  prescindir de lo que ocurre en la Feria de Abril. Vi el Domingo de Resurrección, con miuras y un mano a mano  surrealista ente Duque y Escribano y pensé que algo empezaba a romperse en los cimientos del toreo. Unos días después, al ver los tendidos medio vacíos, me pareció que volvía la Corrida de Lunes de Resaca; desolación, resaca, pesadilla. En el toreo puede haber de todo menos pesadilla y surrealismo; y émulos de Bretón,  a lo bestia y menos fecundos para el toreo de lo que fue Breton para la poesía,  parecen ser el señor Canorea y las cinco figuras del autodenominado G5. Siguen los ecos de la faena de Ponce en Sevilla, convencidos ya todos, incluso los tomistas recalcitrantes,  de que Ponce sí pasa  “la línea roja del peligro”, cosa que con clarines y timbales, negó en México JT. Desconfiado de las impresiones de mis comunicantes el otro dia esperé a la crónica de Zabala de la Serna: “Ponce se reencuentra con Sevilla”. No me sorprendió; Zabala de la Serna lleva el poncismo en los genes; o lo llevaba hasta la deriva tomista, no sé si pasajera o perenne  del flautista.

Me escribe Manuel Grosso después de leer mi entrada en el  blog diario sobre la Soledad,  de San Lorenzo, junto al Gran Poder: “Cada dia entiendes mejor a esta tierra”. Pudiera ser, no lo sé; pero me halaga el cumplido. Soy más trianero que sevillano, eso es verdad. Y Andalucía siempre me fascinó, “que yo cantar no quería, que nadie sabe la pena que me causa esta alegría”. Empecé a  entenderla mejor a partir de un viejo libro de Antonio Burgos: Andalucía ¿Tercer mundo?. A la vista del expolio que viene perpetrándose en los últimos años se impone releer este libro.

Me distraigo con estas meditaciones y ya está el toro en el ruedo, un magnífico ejemplar de José Escolar, como toda la corrida. Apariencia y  fachada y poco temperamento,  nula  raza; y la nula casta, además, incómoda. Como algunos seres humanos/as  debuen ver que en cuanto abren la boca se estropean. Miguel Angel Delgado podría ser torero de Sevilla y de Madrid. O no. Y de cualquier otra parte. O no. Y lo mismo se puede decir de Pérez Mota;  no sé, no recuerdo haberlo visto nunca. Y lo de hoy tampoco es digno de recordación.  

Ultima reflexión sobre la naturaleza de las dos primeras plazas del mundo. Sevilla exagera con frecuencia el formalismo de la ceremonia y el rito; le pasa como a algunos directores de teatro convencidos de que  para el teatro ceremonial basta con que huela a cera y a incienso el escenario. Y  las Ventas confunde el teatro naturalista y mazorral con el teatro documento, que son, obviamente, dos cosas distintas.

 

 

SAN ISIDRO (II) JUAN DEL ALAMO, FUTURO PERFECTO

Juan del Alamo sigue rebanando orejas en las Ventas del Espíritu Santo; a oreja por tarde viene saliendo el salmatino. Las otras no le sirvieron de mucho, salvo para la propia convicción, y la autoestima como  posibilidad de torero grande. No es poco. Si la oreja de hoy no le vale para poner boca abajo el escalafón esta temporada y el mercado,  es porque el escalafón y el mercado están fuera de sus goznes y del equilibrio natural. O sea que ya están boca abajo, pero a la inversa, a la mala. Dos toros distintos y con distintas exigencias. El sobrero de Vellosino Y el titular de Martín Llorca. Un torero, por lo tanto, dúplice y plural; clasicismo, ortodoxia y arrebato y valor. ¿Es clásico o romántico, Juan del Álamo?. Es un torero joven que está absorbiendo todo lo bueno que le llega. Una esponja que afirma dia a dia su porosa personalidad empapándose de todas las raices castellanas; o sea universales.  Será un torero grande  si centra su aprendizaje, ya muy avanzado,  en los siguientes puntos: la izquierda sublime de José Ignacio Sánchez; el magisterio, el temple y la solemnidad de Santiago Martín; la hondura, los terrenos y el temperamento fiero del infortunado Julio Robles. Entonces será no una figura, que también, sino un maestro. 

sábado, 10 de mayo de 2014

SAN ISIDRO; BAJO LA ADVOCACION DE JOSÉ Y JUAN

Empezó la Isidrada, la mayor Feria del mundo en la que dice ser y llamarse  primera plaza del mundo: las Ventas. Pudiera ser. De momento la gente acude a los tendidos; más de dos tercios. No es la desolación de los tendidos de La Maestranza. Una corrida en todo el serial, además de la del Domingo de Resurreción, -casi lleno pese al temporal de lluvia y pese al cartel- y salir huyendo; aquello parecía la Corrida de Resaca, sin los guardiolas de María Luisa Domínguez y sin nada;  corrida del cansancio y el desmadejamiento sin lugar para admirar un pase ni para la última botella de manzanilla y mucho menos para un olé: los cabales, pero sin ánimo ni energía. Una Feria de Abril que empieza en mayo y con miuras en Resurrección y un mano a mano entre dos toreros de todo respeto, pero sin fulgores, Daniel Luque y Escribano, no augura nada bueno; ni para Sevilla ni para la Fiesta.

Madrid empezó normal, toros de Valdefresno cornalones y descastados, normalidad, con pinta de toro y comportamiento de bueyes. Salieron con divisa negra in memoriam del ganadero; más bien   divisa negra para la ganadería:   toneladas de mansedumbre en una gran fachada. David Mora y Daniel Luque  salieron al ruedo heridos e infiltrados. Casta y raza: más que los toros. Diego Silveti,  esqueje de una gran dinastía mexicana no salía de una cornada, pero pudo llevársela. También derrochó raza y genio. Y el toro le partió la boca.

La isidrada empezó, pues, bajo la advocación  de José y Juan, el ángel de luz y el ángel de sombra que decía José Bergamin. Clasicismo frente a romantismo. Y al final, neoclasicismo romántico que fue la gran fusión revolucionaria  de los dos colosos. La modernidad. Mano a mano entre Gallito y Belmonte   no en un ruedo imposible, sino en la sala Bienvenida y en las galerías de la plaza. La mejor historia del toreo está ahí , mano a mano. Un mano a mano inmortal, imperecedero: la rivalidad, la amistad de dos toreros; y las grescas entre los críticos, su rivalidad de grandes escritores; lo que ha sido siempre la crónica taurina: Peña y Goñi, Neira, don Modesto, don Pio, Sobaquillo, maestros de la crítica de Opera, de teatro, de la crónica política y de Cortes..... Un gozo releerlos, como es un gozo seguir la exposición de los dos grandes comisariada por José Miguel González Soriano. Aquellos eran manos a manos siempre aunque toreasen tres.

Bajonazo infame de David Mora en el cuarto y el toro le tira un navajazo de venganza y respuesta; naturaca. El quinto se llevó por delante a un banderillero  y le tiró un viaje al testiculario a Daniel Luque y le dejó con los güevos al aire. Pudorosamente, Luque se embutió en un minivaquero inverosímil y posiblemente de dolorosas apreturas. O sea que fue peor el remedio que la enfermedad. Agonizaba lívida la tarde cuando el sexto se echó a los lomos a Diego Silveti, dos veces y las dos le perdonó la vida. Valentísimo, enrabietado el mexicano, puritito macho. Percances hubo; lo que no hubo fue toreo. Ni toros. !!Vivan José y Juan!!. En la Sala Bienvenida