martes, 3 de septiembre de 2013

BARCENAS: SANSON Y LOS FILISTEOS

Septiembre 2013 dia 2

La rentree, la vuelta, el reencuentro, la reanudación....La ventaja de la rentree es que solo pueden sufrirla los que vuelven, los que entran, ls que regresan de no se sabe dónde tras las ilusiones falsas de una vacaciones. La rentree es un concepto laboral pero bien pudiera ser también un concepto filosófico. Los que vuelven, cuando se iban, miraban con compasión a los que se quedaban. Y ahora ocurre lo contario. Ahí entra la idea de filosofía: la idea del relevo con sus apéndices de tristezas, paraisos perdidos y añoranzas. Todo se desmorona ante la realidad mostrenca de una oficina.
En esto los escritores, sea el nivel que sea el que ocupen en el escalafón, tienen algunas ventajas: saben desde Heráclito que uno no se lava dos veces en el mismo rio; y que el eterno retorno es una falacia, salvo para los políticos
Quienes apenas salimos ocho putos y miserables dias también estamos condenados a la rentree; dejamos a Rajoy sabiendo que encontraremos al mismo. Aquí sí que el eterno retorno de Niesche,  hace trizas la teoría heraclitana del mismo rio que fluye y fluye. Ocurre que los políticos se lavan en el mismo rio, dos tres, cuatro y hasta media docena de veces. Bárcenas desde el trullo amenaza con derrumbar el templo, aquí murió Sanson y todos sus filisteos.
Por lo que pueda ocurrir a mi puta rentree dentro de una miserable semana, cumplo el rito de mi salud aplazada, porque si eres de la APM, es peligroso ponerse malo en Agosto; ya con las maletas hechas me voy a la clínica de Concha Espina para que Rosa me reponga un arsenal de recetas: las que debo a la boticarria y las que necesitaré estos dias; Cristina Gaviría, levitando desde Amsterdan hasta el cabo de Gata, sueña los dias que ya no volverán hasta el próximo Agosto. La doctora Freitag me hace una revisión a fondo: total para una puta semana...Pero el rito es el rito.

El hombre que fue jueves  es una novela de Chesterton; nosotros tenemos a la doctora Karin que fue, que es, viernes (Freitag en   alemán), un ángel tutelar. Todas vienen morenas de Asturías o de Almería. Lo menos que a Cristina le decían esta mañana ellos y ellas -aquí ya no hay pudor ni distinción de sexos- era qué bellezón, qué barbaridad, que te has hecho este agosto.
A las tres de la tarde en punto, Ana da el toque de marcha y se pone al volante. Yo me he acostumbrado a ser maleta; ni jueves ni viernes: el hombre que fue, que es, maleta.

 Todos queremos ser otra cosa y hay una autora de teatro que quisiera ser infierno. Se trata de Zo Brinviyer que ha escrito, El deseo de ser infierno.     La estoy leyendo entre perplejo y turbado y espero contársela un dia de estos pocos  que el teatro nos deja a los currantes. Iba a decir proletas, pero esa es palabra que a algunos les suena mal; mismamente a los gerifaltes chungos y afanadores de la UG.

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